A la mañana siguiente, Sunghoon despertó por las luces del sol chocando contra su adormilado rostro, aún se encontraba en la habitación de sus mayores y llevaba puesta una camisa de Heeseung junto con un pans negro, supuso que se los había puesto para no dejarlo desnudo. Estaba adolorido por lo que le costó un poco levantarse, sus caderas dolían a cada paso que daba pero aún así no podía quejarse, no después de esa noche tan maravillosa.
De cierta manera agradecía que sus actividades del fin de semana fueron canceladas y reprogramadas para los siguientes días, de esa manera podría tomar el tiempo suficiente para recuperarse.
— Buen día, Hoonie. — Sunoo lo saludó al verlo en el pasillo.
Sunghoon se sobresaltó por la repentina presencia, intentando no girarse pues su cuello estaba completamente lleno de marcas rojizas.
— Buenos días, ¿Dónde están los demás?— El pelirrosa observaba el extraño comportamiento de Park con una ceja alzada, parecía que quería huir y refugiarse en su dormitorio.
— Acaban de salir. — Explicó. — Jay no quería cocinar, así que fueron a comprar comida.
Su diestra hizo más presión en la perilla al escuchar la mención del estadounidense, ahora que era consiente de la atracción que sentía por él se ponía de nervios con solo oír su nombre.
— Iré a ducharme, me avisas cuando lleguen. — Sunghoon habló con apuro, entrando rápidamente a su habitación sin ser consciente de la mirada confundida de Sunoo.
El rubio caminó despacio a su baño privado, retirando sus prendas y dejándolas encima del lavabo. Fue ahí cuando vió su aspecto por primera vez en la mañana, había un camino de marcas de mordidas que comenzaba desde su cuello y iba descendiendo por su abdomen hasta detenerse en sus muslos.
Era extrañamente satisfactorio recordar que Heeseung se las hizo mientras se lo cogía. Sunghoon agitó la cabeza intentando quitar aquellos pensamientos de su cabeza, metiéndose a la tina con lentitud y colocando un poco de música, le gustaba relajarse tomando una ducha larga después de un día tan agotador.
Tarareaba la canción tan concentrado que no se percató del sonido de la puerta siendo tocada.
— ¿Hoon? — Preguntó preocupado la persona del otro lado al no recibir respuesta alguna, asomando su cabeza por la abertura de la puerta. Sus abriéndose en desmasía por la escena que veía, el bonito chico cantaba una canción mientras quitaba los restos de fluidos de su cuerpo.
Sunghoon levantó la mirada al sentirse observado, la penetrante mirada del pelinegro haciéndolo sentir pequeño.
— ¿Qué estás haciendo aquí? — La pregunta salió casi en un susurro por la vergüenza, era consiente de que probablemente lo había visto la noche anterior en la cama de Heeseung.
— Quería avisarte que el desayuno ya está listo, solo que no respondías y me preocupé. — Explicó Jay.— No fue mi intención entrar de esa manera, lo lamento.
Apesar de que estaba disculpándose no había ni una pizca de arrepentimiento en sus palabras, Sunghoon sabía la razón.
Decidió jugar un poco.
— ¿Me ayudas, cariño? — Le extendió una botella de shampo, los dedos de Jay rozando con los suyos al tomarla. — ¿Podrías lavarme el cabello?
El pelinegro alzó una de sus cejas. Se preguntaba que tan bien lo había jodido Heeseung para hacerlo llegar al punto de no poder levantar sus brazos. No iba a negar que estaba celoso y sentía cierta envidia.
— Lo haré pero tendrás que darme una buena recompensa. — Accedió virtiendo un poco del producto entre sus manos, haciendo un poco de espuma antes de pasarla por los rubios cabellos de Sunghoon. — ¿Así está bien o prefieres que lo haga más fuerte?
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𝐃𝐄𝐒𝐈𝐑𝐄
Fanfiction"희승: Sunghoon nunca se había dado cuenta lo mucho que sus compañeros lo deseaban, caer en la tentación era más interesante que solo ignorarla." → Hoon + Heeseung+ Jake + Jay. →Hoon bottom + J/J/H top → Historia completamente mía. → Todo es ficció...