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Rudy cayó en la cama y miro el techo mientras su respiración se tranquilizaba mientras las imágenes de lo sucedido volvían a nacer en su mente.

El más alto de los dos lo rodeo con su brazo al pequeño besándolo con cuidado en la frente y se acurrucaron de tal manera que el de tatuaje termine siendo la cucharita grande.

Sonrieron cariñosamente listos para dormir después de 2 horas teniendo sexo en la pared cuando de pronto...

"¡¡papi ale!! ¡¡Papi rudy!!" la voz de su amada hija de 7 años retumbo desde la habitación del otro lado del pasillo.

Rudy suspiro y intento levantarse para atender a su pequeña hija cuando un dolor en su zona lumbal lo detuvo. Miro a Alejandro a los ojos y le hizo una silenciosa seña con la cabeza.

"de acuerdo...ire yo esta vez" suspiro el mexicano más alto y tal como dijo se acomodo el pantalón y se levantó sin preocuparse nisiquiera de ponerse algo arriba.

El teniente recordó el día en que adoptaron a la pequeña melina, esta apenas había tenido 2 años cuando la vio jugando sola en un rincón, desde ese momento se encariñaron por completo con ella. Bozteso por el cansancio abriendo con suavidad la puerta rosa y observando con cariño la niña sobre la cama.

"mi niña, ¿qué sucede?"

"papá...porque peleabas con papi?" pregunto con una voz entre cortada y sollozante.

La cara del mayor cambio a una mueca de confusión y se sentó en la orilla de la cama. ¿Peleando? No habían estado peleando habían...¿Acaso...ella escuchó todo?

"escuche golpes..y como papi gritaba, estaba muy asustada" sollozo fuertemente y las mejillas de Alejandro se tiñaron de rojo.

"hey...no estábamos peleando simplemente...estábamos jugando a un juego"

"de verdad?"

"de verdad, jamás te mentiría mi niña"

Encendió la luz de noche y se empezó a proyectar en el techo hermosas estrellas y constelaciones qué giraban lentamente al ritmo de una suave melodia.

La pequeña se acomodo mejor en la cama observando hacia arriba con asombro.

"Bueno pequeña astronauta, es hora de seguír durmiendo" hablo el teniente sonriendo con dulzura.

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"¿escucho?"

"cada palabra"

"oh por dios"

Rodolfo cubrió su rostro con vergüenza y pena ante la noticia de que su hija escuchó lo que hicieron en aquella habitación.

Alejandro simplemente estaba...pensativo, no sabía que pensar ante eso, no quería que su hija se traumara a tan corta edad. Sabía que al final ella lo descubríria tarde o temprano pero aún haci era muy joven.

"por lo menos pensó que peleábamos."

"eso es tranquilizador?"

"ya se, ya se"

Rudy suspiro mientras los brazos de su esposo comenzaban a rodear su cintura como si fuesen tentáculos acariciando la piel de un pez antes de deborarlo.

"¿que es lo que te preocupa tanto amor?" Alejandro beso suavemente el helix del mexicano contrario y apoyo su mentón en el hombro mirando fijamente en rostro de su amado.

"es que...iras a una misión en unas semanas...y yo no podré acompañarte o supervisarte"

Escucho un ruido de garganta y unas manos lo obligaron a girar la cabeza hacia la derecha encontrándose con la mirada de su esposo, la seriedad en el rostro de Alejandro fue reemplazada por una leve sonrisa.

"alguna vez te he dejado solo?" cuestionó el mayor.

"no.."

"exacto, no lo he hecho y nunca lo haré. Tu me vas a esperar y verás como regresaré"

Aquellas palabras se quedaron en la memoria de ambos y todo fue tan claro como el agua desde ese momento, si uno se iba el otro simplemente iba a esperar hasta que el destino los reunirá otra vez.

Nesecito qué tengan en la mente este capítulo, porque estará más conectado con el final de lo que creen.

Esta historia fue petición de una usuaria/o. Soy nuevo en COD haci que pueden haber unos errores, aceptaré cualquier correccion que me hagan.

mis papis son militares [alerudy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora