mis papis son militares [alerudy]

Vlll

Viaje al campo.

A melina le encantaba ir a la cabaña qué sus abuelos le habían dejado a sus hijos, además cuando ella fuera grande la cabaña también sería de ella y de sus primos.

La vieja casa estaba en muy buenas condiciones, se notaba que entre Alejandro y sus tíos se esforzaban para cuidarla. Era una maravillosa cabaña de madera oscura, con ventanales de tintes celestes.
Venía equipada con 6 habitaciones en total, si incluimos la cocina, el baño y la sala de juegos. De paso había un camino que te llevaba al fondo del bosque, donde había un hermoso lago que cuando se hacía de noche reflejaba el cielo nocturno sin ninguna imperfección.

Era como el edén en persona para ella, Y tendría la bendición de visitarlo otra vez.

Iba sentada en la parte de atrás del auto con la ventana abierta, traían varias cosas porque se quedarían ahí unos dos días aprovechando los días libres de rodolfo y Alejandro.
La ventana estaba abierta, haci que saco un momento la cabeza para disfrutar del viento en el rostro.

"melina! Si te cortas la cabeza no iré yo a buscarla!" le regaño rodolfo desde el asiento del piloto.

Río suavemente y volvió a meterse al interior porque no quería seguir siendo regañada.
Paso sus manos por su cabello café para poder peinarlo y asomo la cabeza entre los dos asientos delanteros, con el propósito de hablarle a rudy y Alejandro.

"¿falta mucho?"

"ya casi llegamos" le respondió Alejandro.

Intercambio con rodolfo una mirada de solayo, ambos negaron con la cabeza dando a entender de que en realidad Alejandro mentía y que faltaba arto para llegar.

"eso dijiste hace rato" dijo la mexicana pequeña.

"y el rato anterior" le siguió rodolfo.

"y el anterior"

"y el anterior a ese"

"ok, ok, ok. Ya entendí, en realidad falta media hora para llegar" interrumpió Alejandro.

Padre e hija rieron, la segunda a pesar de que sabía que tenía que quedarse tranquila no podía evitar levantarse del asiento de vez en cuando. No era su intención, pero si no lo hacía sentía que se le acalambraba el culo de tanto estar sentada.

En total eran 4 horas de viaje, haci que era obvio que se sentiría inquieta. Ni el teléfono o el tablet podían distraerla, haci que andaba a cada rato preguntando cuanto faltaba con tal de no seguir aburriendose.

Rodolfo miro la tensión de Alejandro, probablemente por culpa de melina quien no dejaba de chingarle a cada rato. Sonrió con Suavidez posando su mano en el hombro de su esposo con tal de calmarlo, y para suerte de ambos logro su cometido.

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"¿ya llegamos?"

"no"