El Villano es la mascota

Cap 85: ¿Cómo quieres que te castigue?

Bai Zian se estremeció, sus ojos se abrieron de par en par, sus labios rojos se entreabrieron y su lengua se trabó.

¿Qué dijo Lin Changze? Los huevos revueltos con tomate tenían demasiada sal, quiero decir, él, él, él...

Lin Changze vio que el joven se quedó aturdido, sin poder hablar, y sonrió feliz.

Bai Zian salió de su shock inicial y, apretando los dientes, dijo: "¡Lin Changze! ¡Me engañaste otra vez! ¡Estás obsesionado con las identidades falsas!"

La culpa y la vergüenza desaparecieron.

Antes pensé que no estaba bien quejarme con los subordinados sobre el jefe de otros, ¡pero no esperaba que se quejara de sí mismo frente a mí!

Ah, ah, ¿le grito así a Lin Changze solo porque quería verme asustado?

"¿Cómo te engañé?" Lin Changze bajó la cabeza para arroparle, analizando lentamente al joven, "¿Acaso dijo que no era Lin Changze? No."

Bai Zian gruñó: "¡Claramente dije tu nombre!"

¡El primer día casi reconoció a Lin Changze!

Y luego, con su actuación y su cerebro, Lin Changze perfeccionó su identidad falsa.

Lin Changze rió suavemente: "Te diré, Lin Changze es el líder de Obsidian, lo que dijo es verdad, no te engañé, ¿hay algún problema?"

"Pero, pero tú, tú, tú..."

Bai Zian balbuceó incoherentemente, pero al decirlo así, no parecía haber ningún problema.

Pero, pero ¿por qué se siente tan miserable...?

Miró furioso a Lin Changze por un largo rato, su ira acumulándose, hasta que finalmente eructó.

Lin Changze volvió a reír.

Si no tuviera una herida en el hombro, Bai Zian realmente quería apretar una almohada contra la cara de Lin Changze y ver si seguía riéndose. ¿Era tan divertido?

Porque... cuanto más lo pensaba Bai Zian, más miserable se sentía. ¿Por qué las camisas de Lin Changze se desgastaron una por una, y cuando apareció con la camisa puesta, su rostro fue expuesto?

"Está bien, me equivoqué." El joven lo miró con ojos cada vez más miserables, enrojeciendo más y más, Lin Changze suspiró, levantó el rostro del joven y lo miró con ternura. "Sólo quería decirte que si sientes que mi corazón es una carga, puedes dejarlo ir, podemos seguir siendo amigos como antes."

Bai Zian miró fijamente a Lin Changze, las pupilas cristalinas del joven se reflejaban claramente en él.

De repente, su mente se nubló, su corazón se aceleró y no pudo articular palabra.

"Yo..."

"Shh," Lin Changze selló los labios rojos del niño, mirando su mirada interrogante, dijo suavemente: "Piénsalo bien y dímelo, seamos amigos".

Bai Zian respiró aliviado, recordó algo y dijo maliciosamente: "Si vamos a ser amigos, entonces desnuda tu pecho, ¡quítate la camisa!"

¡Quítatela, seamos francos como amigos!

Oh, qué extraña frase.

"Esta no es una camisa interior, ¿estás seguro de querer ver, An An?"

Bai Zian asintió con fuerza.

Lin Changze cerró los ojos, cuando los abrió de nuevo, su ojo izquierdo se había vuelto de un profundo color dorado oscuro, una indescriptible presión aplastante golpeó la pequeña habitación.