Capítulo 28

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Me beso suavemente y me dejo seguir trabajando en el computador, él se sentó frente a mí, saco su teléfono, hizo un par de llamadas, mientras yo seguía trabajando en un logo, después vi que escribía y escribía en el aparato. Cuando termino con sus asuntos, movió la silla para sentarse a mi lado, le explique un poco lo que estaba haciendo, luego respondí un par de mails, termine unos pendientes extra. Finalmente, como a las 8 salimos de la oficina, cargo el oso y la mochila que había dejado en recepción, yo me reí y tomé varias fotos con mi celular, con el oso en sus manos.

- ¿Podemos ir a tu departamento corazón?, Rosie está en el mío y no quiero que nadie sepa que estoy aquí- dijo mientras salíamos del edificio

-No lo sé, podrías quedarte en alguna suite del Rose Imperial.

-Por supuesto, siempre y cuando tú te quedes conmigo, recuerda que vine únicamente para estar contigo.

-Claro que puedes quedarte conmigo- respondí abrazándolo

Pare un taxi y subimos los tres, el oso lo subimos en el asiento del copiloto que nos miró extrañados, le di la dirección de mi departamento, le sonreímos y subimos a los asientos de atrás, íbamos abrazados sin decir nada, escuchábamos de fondo la música que traía el taxista. 20 minutos después llegamos a mi departamento, Andy volvió a cargar al oso y yo volví a reírme, se veía tan lindo, entramos y le indique donde estaba mi habitación para que dejara sus cosas, mientras yo entraba a la cocina a ver que podía preparar para cenar, pero no tenía nada digno y se lo mencione, propuso pedir pizza y se sentó en el sillón a ordenar, le lleve un vaso con jugo, me abrazo para que me sentase en sus piernas, ordeno una pizza de peperonni, mientras daba pequeños besos en su cuello, él me sonreía en modo de advertencia, pero yo seguía y me reía de sus expresiones.

-Listo, en media hora llega- dice entregándome el teléfono

-Bien- digo mordiendo su cuello

-Tiempo suficiente- exclama acostándome en el sillón y colocándose sobre mi

-Eres insaciable Andy, ¿tomaste algo? - dije acariciando su cabello

-Tu eres mi mejor estimulante y esta noche lo único que quiero es hacerte feliz, amarte como te mereces- respondió mientras me besaba apasionadamente y sus manos recorrían mi cuerpo.

Aún estaba perdida en el clímax que acababa de sentir gracias a sus caricias en mi entrepierna, cuando tocaron la puerta, lo mire asustada, el me dio una gran sonrisa y me beso a la rápida.

-Yo abro, no te preocupes- dijo levantándose del sillón

Yo me quede ahí, escondida para evitar que el repartidor me viera, cuando sentí que cerraba la puerta, me enderece, tome mi ropa del suelo, me vestí a la rápida, aun me daba vergüenza que Andy me viera desnuda, más si él estaba vestido completamente, coloco la pizza en la mesa, mientras me levantaba y caminaba.

- ¿Adónde vas, corazón?

-A ponerme algo mas cómodo

- ¿Para qué, si te lo voy a quitar? - exclama divertido y sensual

-Bueno, no voy a comer desnuda mientras tu estas vestido

-Eso, se arregla muy fácil, ahora me quito la ropa

-No te atrevas, eso es algo que quiero hacer yo con mis manos

-Uy, siendo así, no moveré un dedo y te obedeceré.

Le sonreí y entre en mi habitación, me puse una polera larga y amplia, aproveche para ver lo que me interesaba, revise el calendario, no quería llevarme una sorpresa, no estaba preparada para una responsabilidad tan grande, menos si no era planeada, aun no sabía exactamente el rumbo que tomaría mi relación con Andy, así que era mejor evitar riesgos innecesarios, solo esperaba que estuviera preparado como siempre, si resultaba que uno de mis días fértiles. Afortunadamente, no lo estaba, hice una nota mental de llamar al día siguiente a mi ginecólogo para sacar una cita.

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