La salida

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Llevaba días en los que había pensado y aceptado las cosas, su mejor amigo le gustaba, ese chico de blanca piel, cabello rubio como el oro, labios delgados tintados de rosa y esos ojos azul profundo capaces que comerte vivo. Isidoro amaba coquetear con las damiselas de la ciudad, pero últimamente había perdido todo tipo de interés luego de darse cuenta que cada mínimo detalle que podía ver en el cuerpo de la chica con la que follaba lo podía encontrar en el cuerpo de Gustabo.

No lo malinterpretes, hasta ahora no lo había visto desnudo, sin embargo, las veces que se cambiaba la camisa frente a él o cuando inconscientemente lo espiaba mientras se quitaba el uniforme de trabajo por ropa de civil; más allá de eso no había visto más, cosa que realmente lo carcomía.

Isidoro no sabía que hacer al respecto, se sentía algo extraño con estos nuevos sentimientos que invadían su corazón, pero simplemente no los podía controlar, hasta su mente como su cuerpo les pedían a gritos que se expresara para así poder tener el calor de aquel rubio cerca.

Hundiéndose en sus pensamientos mientras caminaba en círculos por la armería logro escuchar a lo lejos la radio que tenía pegada al hombro, apenas reconoció la voz pego un pequeño salto, respiro profundo intentando controlar su voz nerviosa y hablo.

— Dime coñito de fresa

— ¿Estás en comisaria? — Pregunto el chico en quien tanto pensaba

— Sí, sí, estoy en armería —Hablo acercándose a una taquilla fingiendo sacar algo de ella

— Voy

Nervioso comenzó a buscar la munición para recarga la pistola reglamentaria mientras esperaba a que Gustaba llegara, a los segundos logro escuchar la voz del rubio por el pasillo hablando con alguien más antes de entrar, chismoso se acercó cuidadosamente a la puerta y desde la pequeña ventana que tenía miro con quien charlaba tan amenamente. Buscando logro ver al Comisario hablar con el chico, sintió con una corriente de celos recorrió su cuerpo de arriba abajo al ver como se compartían miradas y se reían juntos con tanto gusto.

Al momento se alejó de la puerta y con cara seria vio como el Inspector entraba.

— ¿Qué te sucede? —Hablo controlando su respiración limpiándose una lagrimilla

— ¿Qué vas a hacer el fin de semana? — Pregunto serio

— Descansar, el trabajo me tiene jodido —Suspiro recordando su tan ansiado descanso

— ¿Salimos? —Pregunto

Gustabo lo miro sorprendido y dudoso a la vez, esa pregunta era lo último que se esperaría de Isidoro, el antes mencionado se sonrojo al momento al darse cuenta de lo que había preguntado, ¿En que momento su boca y cerebro se separaron tan abruptamente para soltar tal idiotez?

— Si- Si no quieres no hay problema, era por salir —Manoteo intentando zafarse de la situación

Gustabo apenas rio por la situación y levanto los hombros, apenas le dijo: Vale

◗◖◗◖◗◖

Casi más de media hora mirándose al espejo buscando y rebuscando cualquier imperfección en su ropa o cabello, no era propio de él, pero por alguna razón quería que esa noche todo saliera a la perfección. Miraba la hora de reojo mientras se volvía a arreglar y cada vez que escuchaba una notificación en su teléfono corría hacia el pensando en cualquier situación que se pudiera presentar.

Pasadas las ocho de la noche salió del apartamento y subió al coche escribiendo en el chat de Gustabo "Alístate coñito que voy pa' allá" Encendió el motor y arranco hacia la dirección que ya tenía marcada en el GPS.

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