CAPÍTULO 12

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El sonido proveniente de afuera, me hizo despabilar en un segundo. Abrí los ojos tratando de acoplarme a la luz de la habitación, cuando me incorporé en la realidad, supe que alguien estaba llamando a la puerta. Aún era de madrugada, faltaba poco para que la alarma sonara. Dudé en abrir, pero los llamados eran insistentes...

Derek estaba aferrado a mi cuerpo, traté de deslizarme sin despertarlo y me apresuré a vestirme... un calzón y una remera tan larga que me llegaba hasta casi las rodillas.

Caminé a pasos torpes fregando mis ojos.

Abrí la puerta y mi corazón se hundió al ver quién estaba parado frente a mí... el maldito Russell Goldman. Su mirada intimidante y su sonrisa siniestra me hicieron retroceder y cerrar la puerta, pero puso su pie y dió unos pasos hacia mi, empujando la puerta abriéndola por completo.

-Vete de mi casa, Goldman - supliqué mientras instintivamente tomaba el arma que estaba próxima detrás de la puerta y la mantuve oculta. Temía que Derek se despertara... solo bastaba con verle la cara llena de golpes al imbécil para entender el estado de los nudillos de Derek.

Él simplemente se burló.

-Te dije que te buscaría, Fox. No debiste ignorarme y, muchos menos, mandar al agentuchito ese - se rió de manera macabra y amenazante dando unos pasos más a mí, pero se detuvo en seco cuando vió a Morgan saliendo de la habitación.

-Te vas a arrepentir, imbécil - apunté el arma directamente sobre él -¡No voy a tolerar tu presencia! ¡Lárgate de mi vista! O no dudaré en dejar que él rompa tus huesos

De reojo, vi que Derek tenía la mandíbula tensa al igual que sus puños por la fuerza de su agarre. Sabía que estaba dispuesto a enfrentar a Goldman para protegerme, pero también sabía que no podía permitir que eso sucediera. Me haría cargo y evitaría un problema mayor. Estaba exhausta de Goldman

-Pero miren a quién tenemos aquí... así que resulta que el agentuchito también está metido en tu cama, ¿eh? -rió burlón

-¡Cierra la boca! -saqué el arma y enterré el cañón en su pecho

-¿Y qué harás? -rió - no te atreverías

No me subestimes, idiota... porque no me conoces! ¡Vete de mi casa porque te juro que te disparo! -enterré más el cañón

Tomé su rostro con mi mano libre y me aproximé con mi rostro al suyo - no te vuelvas a meter conmigo. No te vuelvas a acercar a mi... desaparece de mi vida... si no lo haces, iré personalmente a buscarte y descargaré mi cargador en tu patético trasero. No me provoques porque no estoy jugando -susurré enterrando mis uñas en su maldita cara - ahora, quiero que te vayas... desaparece de mi vista y asegúrate de que no te vuelva a ver, ¿sí me entiendes, verdad?- subí el cañón desde su pecho al medio de la frente - y su nombre es Derek Morgan -enfaticé - vete de mi casa, ahora

No tenía opciones, pero intentó hablar

-Soy excelente disparando -lo interrumpí apuntándole en la boca

Me tenía con la sangre hirviendo de la ira. Ganas de matarlo, no me faltaban. Pero no iba a meterme en problemas por un idiota como él. Apretó la mandíbula, dió un golpe en la puerta y se fue.

Cerré la puerta, suspiré dejando el arma en su lugar. Caminé pero sentía mis pies pesados y mis piernas estaban cansadas. Me dejé caer en el sillón desde el respaldar, dejando salir un suspiro de satisfacción y cansancio.

Derek quedó inmóvil

-¿Qué sucede? No quise que te despertara -sonreí y froté mis ojos que ardían por el cansan -pronto sonará la alarma, quizás puedas dormir un ratito más -sugerí pero seguía viéndome - Okey, ya... ¿Qué quieres decirme? -me levanté y me senté sobre el respaldar - habla, Derek

DEREK MORGAN & ELLE FOX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora