RAZÓN N°38

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Después del día de la madre cayendo ahora un Lunes, tanto la madre como el padre de Luis estaban dispuestos a ir a buscar a Miguel luego de que su hijo haya ido hacia su escuela, estaban preocupados por el menor.

Mientras salieron en su moto que tenían guardada desde hace un tiempo pudieron encontrarlo caminando con un par de maletas las cuales arrastraba, su apariencia era mucho más apagada que antes y su expresión resaltaba que estaba enojado

O algo así parecía

— ¡Bebé!

Gritó la mayor bajandose de la moto yendo hacia el adolescente  quien la miró extrañado aunque sorprendido ya que esta lo abrazó sin previo aviso provocando que su cuerpo se tensara

— ¿Huh? ¿Señora lyna, señor Flav? ¿Q-que sucedió? ¿Por qué tan preocupados?..¿Me perdí de algo?

— Estábamos muy preocupados por tí pequeño, no aparecías desde ayer ni contestabas las llamadas...de verdad creíamos que te había pasado algo malo

El mayor también se acercó a abrazarlos

— Oh..lo siento, fui por mis cosas ayer..me agarró la lluvia y ya

— ¿Estuviste solo todo el día..?

— Pues supongo que sí..iba a volver pero, no quería generar alguna molestia por lo que decidí quedarme allá

— al menos hubieras avisado para venir a acompañarte..no eres ninguna molestia para nosotros, desde que llegaste a la vida de Luis..a nuestras vidas..te hemos empezado a ver como un integrante más a pesar de que tu conducta solía ser un poco..difícil de tratar. Miguel, recuerda que ahora también eres nuestro hijo, ¿Si? Pequeño bebé, no nos asustes más...ya perdiste un día de clases, nos alegra que al menos no te hayas enfermado ni te hayan hecho algún daño,vamos vamos, debes estar de hambre

El de lentes no sabía cómo reaccionar a esas palabras, nunca había escuchado a alguien decirle cosas tan bonitas como aquella bella mujer lo hacía, aquella mujer que tenía su completa custodia

Y dirán ¿Qué hay de su padre? ¿Acaso el no le decía cosas bonitas? Oh claro que sí, pero en este caso nos referimos mayormente a que la "muy linda y dulce mamita" del menor jamás le ha dedicado alguna palabra de amor o de consuelo ni para disimular el tremendo odio que le tenía.

Con vergüenza a la vez que apenado, asintió acompañando a ambos mayores a su moto dejando que cargaran sus maletines. De regreso se sintió ciertamente incómodo por lo apretados que estaban, aún con el pequeño y bien momento, su confundida cabecita seguía revolviendose en lo ocurrido la noche anterior, seguía haciendo que se sintiera sucio, mientras su mente divagaba de esa forma no escuchaba nada de la conversación de sus "padres", estaba disociado pero no se notaba debido a sus lentes.

— Miguel..psshh, Miguel

— Creo que no nos escucha cariño..

—…

El hombre frunció el entrecejo y dió una vuelta yendo a otro lugar en lugar de la casa

— ¿A dónde vamos?

— Llevaremos a este muchacho a terapia, no puede seguir así, nos dijeron tres veces a la semana pero estoy más que seguro que necesitará asistir más tiempo

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