I. SIN RUMBO

219 16 2
                                    

Quiero una sopa instantánea, se que eso va a romper la promesa que me hice a mi misma sobre comenzar una dieta, pero realmente se me antojo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Quiero una sopa instantánea, se que eso va a romper la promesa que me hice a mi misma sobre comenzar una dieta, pero realmente se me antojo.

—Disfrute su sopa, bonita noche

—Gracias— tomo el pequeño plato de unicel entre mis manos sintiendo lo tibio que se encuentra mi sopa, tomo con mi cuchara un poco de caldo, listo para dar el primer bocado—¡Esto es delicioso!

Estoy segura que mas al rato estaré arrepentida, pero que más da, vida solo una y hay que disfrutarla.

Acabe de comer y para no tener remordimiento de conciencia después, comienzo a caminar por el rumbo en donde no hay puestos de comida, ni de dulces.

— ¡Ayuda!—puedo escuchar con claridad los gritos de un niño, detengo mi caminar y comienzo a observar al rededor << Genial un cementerio y una calle completamente abandona>>— ¡Ayuda! — bingo, pude escuchar de donde vino el grito.

Me apresuro a entrar al edificio abandonado de donde pude deducir que vino el grito.

Puedo ver la energía del niño, con eso puedo calcular que esta en el octavo piso, eso va a enmendar lo que me acabo de comer, porque estoy muy segura que el elevador no sirve.

— Si crees que me vas a atacar desde tu super escondite, temo decirte que estas equivocado.

— Paguen la renta— habla distorcionadamente , es una maldición en forma de ¿iguana?, da lo mismo , lo importantes es que tiene un aspecto verde, la piel se ve áspera y sus ojos parecen como si fueran a estallar.

— Por fortuna tengo casa propia—meto mi mano en mi bolsillo, tomo una de las cuantas monedas que tengo y la impregno de energía— Adiós— lanzo la moneda una y otra vez, de forma continua y rápida, hasta que veo que la maldición cae.
Ahora viene mi peor reto, subir las escaleras.

— Mi niño, tienes que ser obediente—lo primero que veo y escucho al estar en el octavo piso es como una mujer<<Maldición>> sostiene al niño muy cerca de una ventana rota— No dolerá, lo prometo.

— ¡Déjame! ¡no eres mi mama! — grita con su voz entre cortada.

— Secuestrar niños es malo— doy un paso hacia adelante ganándome la atención de la maldición.

Esta maldición va a estar muy bonita en mi colección.

—Alejate intrusa—acerca más la cabeza del niño al vidrio roto que aún conserva la ventana
— Cierra tus ojos pequeño.

—¡Si los cierro no voy a ver qué es lo que va a hacer! — sus ojos están brillosos, tiene aún más miedo.

— Confía en mi—no le quedaba recursos para salir vivo y eso lo entendió en el momento en que corri a su dirección. El niño cerro sus ojos y yo pude atravesar a la maldición con mi mano impregnada de energía maldita, para tomar su corazón y sacarlo.

RESURRECCIÓN// RYOMEN SUKUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora