Mis fetiches

One-shot 1

Antes de la lectura, saltelo si quiere

Toca temas como la 0bs3s10n, abus0 s3xu4l?!, v10l4c10n, s3cu3str0.

Dentro del universo canónico, toxic.

Dkbk (Bakugo pasivo)

Desde la perspectiva de Izuku, desde la perspectiva de Katsuki y a narración.

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Eran, digamos, las 3 y cuarto de la mañana.

Volteé mis perezosos ojos a la pantalla azul de mi celular para revisar de nuevo.

Pues si, uno le ve varias veces las destacadas, pero se queda Shh.

Estaba enojado, digamos.

No suelo expresarme así y me siento peor de hacerlo. 

Él me odia, es todo lo que sé por el momento. Desde la semana pasada nuestra relación no ha hecho más que empeorar.

Si es que todavía se le puede llamar relación.

¿Estará asustado? ¿Por qué?

¿Realmente soy un dolor de cabeza?

Creí que él sentía lo mismo, ¿estuve mal?

Yo solo lo quise, no de forma enfermiza...¿Cierto? Solo tuve curiosidad...

Solo tengo curiosidad...

Salté de mi cama y me puse mis zapatillas favoritas, una chaqueta abrigadora y, con un animo de la mierda, traté de no hacer nada de ruido y abrí mi ventana, sentí la fuerza de mi Quirk llenar todo mi cuerpo para impulsarme poderosamente saltando.

Silenciosamente observaba desde arriba, en la fría y oscura noche, solo habitaba gente de mala vida y ebrios. No les presté demasiada atención, por más frustrado que esté, mi corazón palpitaba de emoción para estos instantes.

Como fuimos vecinos toda la vida, no me tomó mucho llegar a la residencia Bakugo.

Para entonces, sonreía como bobo y me tambaleaba tratando de no caerme, llegué a su ventana.

No debía hacer ruido. Él me echaría si se da cuenta que estoy aquí.

Por un movimiento de la cortina, pude ver a Kacchan recostado en su cama, plácida y profundamente dormido, sin que nada lo perturbe.

Se veía demasiado tranquilo, como para haberme dejado muriendome por él semanas atrás.

No soy obsesivo, tampoco rencoroso, nunca lo fui, solo estoy bajo los efectos de lo que él me hace sentir.

Claro que no...No es la primera vez que me meto a su habitación por la madrugada...

Pero sí la primera en la que no tengo permiso.

Seguí sonriendo, mi mezcla de emociones acumuladas se convirtió en la más grande de mis alegrías de solo contemplarlo.

Debía ser mío, fue y siempre será mío.

Esta alegría, esta sensación, es gratificante y magnifico. No puedo dejarlo escapar.

Todo estaba tan oscuro, siempre era tan oscuro, era la luz de nuestra pasión la que iluminaba las noches que pasamos juntos.

¿Por qué tuvo que descubrir eso?

No es mi culpa, no es mi culpa, él me hace sentir tan bien que no podía evitarlo, de cualquier forma.

Tan oscuro, pero mi alegría me guiaba hasta que terminé sobre su delicado rostro.

Tan pacífico, contrario a lo que siempre me mostraba.