One-shot 4

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Sexo.

No es Omegaverse
au original, con quirks, héroes y toda la wea
Dekukatsu de adultos.

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--¡Ah~! ♡ ¡Nhn!~

Para ese punto, Katsuki solo conocía el enorme placer de tener una polla dentro suyo, buscando destrozarlo.

También esas grandes y callosas manos toqueteando de más su ahora indenfenso cuerpo.

Hablaba y se sostenía del escritorio como podía, pidiendo únicamente más.

Amaba las rondas del turno noche, todos en la agencia habían salido a patrullar o bien se habían ido a casa, quedándose solos él y el peliverde.

--¡A-Ahí! ~

Era tan fuerte, tan rudo, le encantaba esa sensación que lo hacía perder la cordura en cuestión de segundos.

Sus brazos temblorosos buscaron agarrarse de cualquier forma de lo que sea, tirando columnas de hojas de papeles -en su mayoría documentos que no podrían importarle menos- al suelo.
Izuku lo cogía tan bien, en poco tiempo se volvería adicto a su polla.

Si no es que ya es así.

El contrario lo volteó sobre su lugar de trabajo, haciendo que lo mire instantáneamente.

Posó su mano en la mesa y con la otra haló su traje, mostrando su cuello.

Con esos ojos llenos de lujuria, que no lo dejaban poner atención en otra parte.

No habló, su boca soltaba gruñidos y tenía el ceño fruncido, arremetiendo sin dejar lugar de respirar al rubio.

La resistencia del hombre era genial, la rapidez a la que iba era genial.
--Mhm!~ H-Hii!! M-me...Vengo...! ♡~

Llegado su límite, Deku aceleró su capacidad, sobreestimulando el agujero rosado envolvente de su entrepierna.

La enterró hasta donde más pudo y se detuvo, con el mejor gemido de la ronda, por parte de Katsuki, placer puro, girando sus ojos y cabeza para atrás sobre el escritorio. Se corrió también.

Trataba de regular su respiración, aún con el gran cuerpo encima suyo.

--Ha...Oi...Los trajes...--. Forcejeó un poco, ambos estaban sucios y sus trajes se habían manchado.

--¡W-wa! Disculpa...--. Con torpeza se quitó de encima, despacio retiró su extremidad. Sacándole un jadeo, sea dicho de paso.

Observó su semilla resbalar por los muslos del rubio, suspiró pesado mientras el otro se levantaba de su posición.

De pie se quitó la parte superior del traje -lo único que le quedaba puesto- para vestirse con ropa más casual.

Deku solo lo miró de reojo haciendo lo mismo.

Una vez listo cojió su mochila con su demás ropa dentro, yendo a la puerta de la oficina como si nada.

Midoriya tuvo el impulso de besarlo, otra vez.

--Kacchan...!--.  Llamó nervioso.
--¿Qué?--. Le respondió sin mirarlo, al umbral de la puerta y colocándose sus zapatos.

El peliverde tragó y sintió sus manos temblar, tenía tanto que decir pero no como.

--...Buen trabajo hoy...--. Bajó la mirada en vergüenza de nuevo, no le salían las palabras.

Bakugo lo ignoró como siempre, no pudo decir nada relevante.

Mis fetichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora