Orden

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- gracias por eso, ahora vamos - dijo agarrándome de la mano para llevarme a otra puerta y hacernos entrar - esta es tu habitación.

Yo solo me quede observando todo el lugar, había una cama en el medio la ventana atrás de esta, con un escritorio a la orilla de la cama y el placar, cuando intente ir a la cama me di cuenta de que Bruno seguía sujetando mi mano

- lo siento - dijo soltandome - no quería incomodar -

- No me molesta, ni incomoda - le dije volviendo a agarrar su mano e ir a donde estaba la cama para sentarme y soltarlo - me gusta es cómoda

- que bueno que te guste -

- esta linda, me gusta la habitación - le dije - pero no se si papá se quiera quedar -

- porque no se quedaría?, mamá ya dijo que si pueden -

- papá tiene la idea de tener su casa, para no molestar a nadie y viceversa -

- pero casita puede hacer más habitaciones, no sería una molestia - dijo sentándose

- si por un tiempo, no vamos a vivir con tu madre siempre, al menos yo no - le dije con una sonría

- nunca me imagine viviendo en otro lugar - miraba al piso

- cuando yo tenga mi casa podrás ir a visitarme -

- me imagino que tu también podrás venir a visitarme -

- y lo haré, los amigos se visitan -

- amigos? - pregunto a lo que asentí - entonces yo también iré - yo solo me reía

- sabes si me quedo aca en el pueblo podríamos pintar las casas - me pare y camine a la puerta

- tienes que preguntarle a mamá, todos en el pueblo hacen lo que ella dice - dijo parándose para caminar a donde me encontraba

- todos? -

- si -

- porque? -

- por el milagro, ven te lo mostrare - me tomo de la mano y me llevó abajo para señalarme una ventana en la que había una vela - ese es el milagro -

- una vela? - le pregunte y el asintió - y por eso todos obedecen a tu mamá?, no le veo el sen -

- todos me obedecen porque lo necesitan, las decisiones las tenía que tomar alguien y las tomé yo, así hemos logrado vivir bien y nada se discute - me interrumpió Alma entrando con mi papá - se me otorgó el milagro y es mi deber cuidarlo -

- hija, hable con Alma y nos quedaremos acá en el pueblo, ayudaremos como todos lo hacen todos tienen una tarea - me hablo papá contento

- y donde nos vamos a quedar? -

- por el momento nos quedaremos acá, con el tiempo construiremos algo para nosotros, es un lindo lugar y es mucho más seguro que estar en el bosque  -  dijo con una gran sonrisa

   Solo asentí rápidamente, la idea de quedarme no me molestaba para nada y podría vivir tranquila.
  
  - Pero papá dejamos algunas cosas en el río, tenemos que ir a buscarlas -

  - oh es cierto, yo voy a ir a buscarlas - dijo con la intención de salir de la casa

  - Voy yo,quiero ver un poco el lugar y no soy tantas cosas porfavor - dije poniéndome delante de él

  - No quiero que vayas sola, no conocemos todavía el lugar te vas a perder - dijo serio

   - yo.. yo podría acompañarla y ayudarla - dijo Bruno mirando a Alma - si mamá me deja

   Alma solo lo miro sorprendida para asentir con la cabeza lentamente. Despues de todo Bruno siempre evitaba a toda costa estar con gente y más si eran mujeres porque siempre se burlaban de él y al ofrecerle ir con ella la agarro desprevenida.

  - bueno si es así si, no tarden mucho y cuídala por mi - le dijo Papá a Bruno -

  - no tardaremos - dije tomando a Bruno de la mano para salir de la casa

- Dejaron muchas cosas? - dijo mientras empezaba a caminar

- no, solo son dos mochilas con algo de ropa - le respondí mientras lo seguía

  Íbamos caminando en silencio agradable de esos que no incomodan,  de los que no te ponen a pensar en cuando se acabará.

                     ○°Narrador omnisciente°○

 
     Los dos jóvenes caminaban a paso lento y en silencio, cada tanto se miraban y sonreían. Cada uno metido en sus pensamientos.

    Mientras la muchacha se preguntaba en qué le tocaría ayudar en el pueblo. El muchacho se preguntaba en qué estaba pensando ella, se sentiría incomoda con el?,  pero cuando levanto la mirada para verla esta solo le sonrió y el solo saco ese pensamiento.

   Cuando pasaron por la esquina de la plaza con la fuente en medio ella se detuvo.

  - que lindo - dijo acercándose a la fuente y mirándola fijamente

  - si, acá muchas veces suelen dejar velas o tirar monedas para pedir un deseo - dijo señalando algunas que habían en esta

- tu has tirado alguna moneda o puesto una vela? - le pregunto ella mirándolo por fin

   El solo negó con la cabeza

   - oh, a me gustaría tirar una moneda pero no tengo - le dijo sonriendo con tristeza - de verdad se vuelven realidad? - le pregunto mirándolo con ilusión

    El al ver sus ojos llenos de ilusión solo asintió y metió sus manos en los bolsillos buscando algo, por más que el nunca creyó en que por el simple hecho de tirar una moneda al agua se cumplía un deseo al verla no pudo decirle nada de lo que pensaba, una vez encontró lo que buscaba le tocó el brazo

  - pide uno - le dijo mientras le dio la moneda en la mano 

  - pero

  - no te preocupes acá tengo otra, podemos pedir un deseo los dos - le dijo mostrandole otra moneda mientras la miraba con una sonrisa

   Mientras ella saltaba de alegría por dentro asintió rápidamente.
 
   - A la cuenta de tres ? - me pregunto ella y el solo asintió

  - uno -
  
  - dos -

  - Tres - dijeron al unísono y lanzaron la moneda

    Mientras ella pidió vivir tranquila en ese lugar y sin volver a escapar, el pidió que el deseo de ella se haga realidad.

   Después de que pidieran el deseo, ella lo abrazo con emoción

  - muchas gracias Bruno por la moneda, espero se haga realidad tu deseo y el mio - dijo separándose - ahora vamos a buscar las cosas antes de que anochezca - dijo para caminar en dirección al río

   Mientras el solo asintió con una sonrisa boba por el abrazo que le dio, en silencio la siguió sintiendo su cara arder.

   Al llegar al río ella rápidamente se sacó las zandalias y las dejó a la orilla para meterse al agua, el se sacó sus zapatos para meterse junto a ella
  
   - nunca antes eh cruzado el río - le confesó el chico intentando no caerse en el agua  - mamá nunca me deja venir a esta parte -

   - pero estabas acá cuando nos conocimos -

   - digamos que no siempre le hago caso, igual ella no sabe, cree que me quedo encerrado en mi habitación todo el tiempo - dijo logrando salir del río para ayudarla a salir a ella

   - gracias y como puede ser que no se entere?- dijo mientras lo guiaba a donde estaban las  mochilas.

 
 

lo lamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora