Los días habían transcurrido con naturalidad, haciendo que los sentimientos fluyeran y los momentos que pasaban los cuatro juntos fueran más apreciados por los menores.
Aquella noche habían decidido salir en una última cita, con los niños siendo cuidados por la hermana de Heeseung, por lo que habían decidido pasar la noche en una pequeña cabaña a las afueras de la ciudad, teniendo un entorno íntimo y relajante mientras meditaban las cosas juntos.
Habían comido y tomado vino, embriagando su ser junto con las melodías que los acompañaban de fondo, bailando alrededor de la mesa donde anteriormente habían disfrutado de la cena y cautivándose con los ojos del otro, otorgando el profundo deseo y anhelo que sentían de ser consentidos y mimados, haciendo que cuando terminara la melodía que estaban bailando estrellaran sus labios en un suave compás lleno de suspiros, siendo testigos del amor que estaba floreciendo en aquellas cuatro paredes, en la penumbra del lugar y la soledad del exterior.
Las prendas de ropa fueron desapareciendo mientras se encaminaban hacía la habitación, cuidando de no tropezar en el camino. Heeseung había levantado a Sunghoon entre sus brazos, haciendo que se sujetara con sus piernas alrededor de su cintura y con sus brazos alrededor de su cuello, sin romper el beso de por medio y sus manos explorando por la piel descubierta. La temperatura había subido drásticamente, el chasquido de sus labios haciendo contraste con las respiraciones aceleradas y los latidos frenéticos contra sus pechos, manos codiciosas recorriendo el cuerpo ajeno hasta que no había un solo espacio que no conocieran de sí mismos, donde no había espacio alguno entre sus cuerpos y entregándose solo de la manera más placentera y exquisita que jamás habrían imaginado.
Y cuando la noche cayó por completo, con las estrellas adornando el cielo y la luna dando su resplandor por la ventana de la habitación donde se encontraba, bañándose con su luz y haciendo del momento más memorable, sellaron un pacto en silencio cuando estrellaron sus labios por última vez.
Habían tomado lugar frente a la chimenea, envueltos en sábanas y en algunas prendas de ropa, recibiendo el calor de las llamas y de sus propios cuerpos. Sunghoon descansaba su espalda contra el pecho de Heeseung, el cual tenía su barbilla reposando en su hombro y sus piernas a cada costado de su cuerpo, apegándola lo más que podía contra sí.
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⭒Figura Paterna | ૮ 𝖧𝖾𝖾𝗁𝗈𝗈𝗇 ა
Fanfiction! Dónde el pequeño Ni-ki procura emparejar a su padre con el enfermero que siempre cuida de él en cada visita al hospital; aún y cuando su padre se rehúsa aceptar sus sentimientos. 𝘏𝖾𝖾 + 𝘏𝗈𝗈𝗇 = ♥︎ ʚ...