TE OFREZCO FELICIDAD

0 0 0
                                    

TW

Gritos

Mención de armas

+

"¿Te puedo hacer feliz?" Preguntó el niño sentado a mi derecha en el autobús. Sus pies no lograban alcanzar el suelo, por lo que los columpiaba alegre,ente de un lado al otro. A mi eso me molestaba.

"No." Dije con un tono serio y seco. En verdad el niño no tenía la culpa de lo que me sucediera, y mucho menos de que se sentara a mi lado, es más yo fue el que decidió estar a su lado, era el más indefenso en todo el autobús.

"¿Por qué no?" Después de un par de segundos en silencio, el niño se atrevió a llevarme la contraria. Si tan solo supiera con quien se esta metiendo

"Nada me puede hacer feliz de nuevo, menos un niño until." Okey, tal vez lo último estuvo de más, pero había tenido un día duro y lo menos que quería era terminar en una conversación sin propósito con un niño que apenas alcanza los 10 años.

"Tú también fuiste niño una vez." Eso solo era cierto porque el desarrollo del cuerpo humano lo decía, de ser por mi madurez y mis pensamientos en este mundo, diría que nunca fue realmente un niño.

"Sí y esos fueron los peores años de mi vida." Era la verdad, lo último que quería era revivir esa etapa de mi vida.

"¿Estás seguro?" Ay, lo que me faltaba un niño cuestionando mis pensamientos, pero él realmente no veía a una persona maliciosa, sino a un adulto que andaba respondiendo de manera ruda a sus preguntas.

"Sí." Se me andaba acabando la paciencia, podía cometer un asesinato ahí mismo y nadie se daría cuenta, aun así intenté aligerar mi tono para intentar calmarme a mi mismo.

"¿Me dejas hacerte feliz?" ¿Por qué un niño quisiera hacerme feliz? Podría considerarme a mi mismo la personas más malévola de todo el mundo, y seguramente un simple niño no cambiaría mucho de eso.

"No vas a poder niñito, ya deja de intentarlo." Sin darme cuenta había dejado caer una lagrima, era la primera en muchos años, mi las armas más poderosas, las traiciones, ni las situaciones más difíciles me habían hecho soltar alguna lágrima. Si me vieran mis enemigos, no creerían que era yo, seguramente era un doble.

"¡Pero si te puedo hacer feliz!" Ese entusiasmo en su voz, y su perseverancia, hicieron que empezara a llorar más y más. Estaba pensando en cada momento de mi vida, y ninguno se comparaba a este. Tenía un encuentro de emociones, unas más fuertes que otras, el arrepentimiento era el sentimiento que predominaba. Me arrepentía de cada mala decisión que había hecho, de cada trato que rompí, y sobre todo de haber escapado del orfanato, fácilmente me pude haber quedado ahí y haber recibido el castigo agorándome muchos problemas.

"Nada me puede volver a hacer feliz... ¡Ya déjame en paz!" Me levante de mi asiento bruscamente, mi intención era bajarme en la siguiente parada, pero todos se me quedaron viendo, todo por gritarle a un simple niño. Me volví a sentar y a todos pareció como si se les hubiera olvidado lo sucedido hace unos pocos segundos, por eso es que soy de la forma que soy, es su culpa, de la tonta sociedad.

"Pe..pero..." Y lo que me faltaba, ahora el niño tenía ganas de llorar, parecía un niño... bueno era un niño, y lo que le había dicho era realmente hiriente para cualquiera de su edad. El arrepentimiento otra vez, era como si nunca se fuera y siempre permanecería ahí, sí tan solo pudiera dejar de tener sentimientos.

"¡Nada!" Me había alterado, no tenía forma de evadir mis sentimientos. Necesitaba salir de ahí, pero no podía dejar al pobre niño llorando, y mucho menos podría bajarme del autobús en un lugar desconocido donde, en este estado, sería presa fácil para mis enemigos,

"Perdón, no debí gritarte, tú solo buscabas ayudar." ¿Acaso le acababa de pedir disculpas a un niño? Ni a mi peor enemigo le había pedido disculpas, ¿cómo un niño había logrado eso? Esto seguramente tenía que ser una trampa, ¡Si eso era seguramente! Una trampa.

"Esta bien señor, las personas enojadas nunca se dan cuenta de lo que hacen" Eso... eso es lo más honesto que he escuchado en toda mi vida. Esa simple frase me llego al fondo de mi pequeño corazón.

"¿Y tú cómo sabes eso?, solo eres un niño." No había forma de que ese niño hubiera pasado por tanto, no se veía de mala familia, tenía buena ropa, aunque andaba bien ando solo en el autobús, y a nadie de este parecía importarle. Tal vez, no era tan tonto e inútil después de todo.

"Como usted dijo, pero en otras palabras, la infancia no es fácil." Y, ¿cómo sabe eso? A mi parecer ya me había calmado, y por lo tanto el niño había dejado de llorar, aun caían unas pocas lágrimas de vez en cuando, pero nada grave.

"Perdón por haber sido muy brusco al inicio, pero es que nadie me había hablando tan amablemente desde hace años. Bien dicen que los niños tienen el alma más pura que los adultos." Honestamente, el niño se había ganado la disculpa y el no me había hecho nada, en este instante me daba igual si era una trampa o no, solo quería tener una buena platica con ese niño. Y lo otro que dije, esa es la razón por la que a los adultos se les hace fácil manipular a una alma indefensa como la de los niños.

"Nunca había escuchado esa frase, pero supongo que tiene razón." La verdad, creo que yo tampoco la había escuchado, a este punto no me importa.

"Bueno pues ahora ya la escuchaste." Conseguí que el niño soltara una leve risa, lo que me hizo sonreír a mi. Hace años que yo no sonreía, ni siquiera recuerdo haberlo hecho alguna vez, tal vez cuando nací, antes de que mis padres murieran.

"¿De donde eres pequeño?" Quería saber so estaba a punto de morir, o simplemente era un niño como cualquier otro.

"Me dijeron que no te diera nada de información" Oh no, creo que si me van a intentar matar. Esperemos que su plan falle, quiero ayudar a este pequeño.

"Ese es un sabio consejo honestamente" Siento que he estado en la misma situación que el niño, no puede ser posible, no pudieron haberme hecho eso, dime que no...

"Sí, lo sé. La persona que me lo dijo parecía muy amable, al igual que tú, me ofreció cosas a cambio de hacerte llorar. ¡Y creo que he cumplido la misión" Yo no soy para nada amable, y ¿qué tipo de cosas? Espero que no sean el tipo de cosas que me imagino. Las menos inofensivas en este momento serían dulces, pero no creo que él cayera con dulces, le han de haber ofrecido un tipo de refugio o incluso comida, ese tipo de organizaciones contratan a niños desde pequeños para que sean más manipulables. Tengo que irme inmediatamente de este autobús con el niño.

"Oye, te hago un trato. Si te bajas del autobús junto a mi y actúas como si me conocerías te doy todo lo que yo no tuve a tu edad. Te puedo ofrecer comida, hogar, protección, juegos, todo. Y la mejor parte es que no te pediré nada a cambio" Espero que acepte, de verdad lo quiero salvar, esta alma tan hermoso no debería de estar ahí.

"Nada es gratis en esta vida" Eso es cierto, pero yo sí iba a recibir algo a cambio, amor y felicidad, cosas que nunca había tenido antes.

"Claro que yo voy a recibir algo, solo que no vas a tener que hacer mucho esfuerzo para conseguirlo. Lo único que quiero es amor y felicidad, y que mejor que un niño que me acaba de hacer sonreír por primera vez en mi vida" Nunca me había escuchado siendo tan honesto, de verdad andaba sacando a la luz mi lado débil.

"Esta bien, este trato es mucho mejor que el que me habían hecho por hacerte sonreír." Claro que lo es, eso so tontos no saben que los niños se les van a revelar algún día, ni siquiera saben que yo les ando dando las armas, y no solamente las que lastimas sino las que cambian el sistema.

+

1393 palabras

ONE SHOTS-AVENTURA-ACCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora