Era una de esas tardes de jueves misteriosamente tranquilas de finales de primavera, cuando el sol decide recordarnos su existencia con un deslumbrante despliegue de calor y resplandor y sobre todo, alergias...
Volvía a casa de la escuela, mi mente vagaba junto con mis pasos, soportando del raro regalo del sol. Mis pensamientos, como hacían a menudo, se dirigieron a Peter, el intrigante gótico que recientemente había entrado a mi vida. Nuestros primeros encuentros no habían sido muy... Agradables... Sin embargo, algo había cambiado entre nosotros recientemente, se estaba portando de cierto modo, ¿un poco más amistoso? Bueno... Si se puede llamar eso amistoso... Al menos ya no ha atentado contra mi o mis cosas recientemente...
Mientras paseaba por las calles cercanas a mi casa, mis ojos se posaron en una figura alta y sombría que acechaba bajo las ramas frondosas de un árbol. Se me aceleró el corazón al reconocer la silueta inconfundible de Peter, con su esbelta figura y su largo pelo negro que le hacían sobresalir donde fuera que estuviera. Una sensación de inquietud se mezcló con la curiosidad al darme cuenta de que parecía estar esperándo algo o a alguien...
Mi primer impulso fue dar media vuelta y buscar una ruta alternativa para volver a casa. Después de todo, Peter y yo teníamos una relación un tanto rara recientemente, y la idea de estar a solas con él hacía sudar las palmas de las manos. Sin embargo, un sentimiento de una curiosidad persistente me impulsaron a seguir adelante.
Con una mezcla de determinación e inquietud, continué acercándome, con el corazón latiéndome como un tambor en los oídos.
A medida que me acercaba, mi ansiedad aumentaba. Peter estaba allí, inmóvil, con los brazos cruzados sobre el pecho, su perfil afilado iluminado por el sol de la hora dorada. Su pelo negro, tan llamativamente diferente del alegre entorno.
Peter parecía absorto en sus pensamientos, con la mirada nubilada y la expresión seria y sombría. Su cabeza estaba ligeramente inclinada, y su atención se centraba en algo a lo lejos, más allá de mi línea de visión. No pareció darse cuenta de mi presencia hasta que me acerqué lo suficiente como para hacer ruido al caminar.
De inmediato, su expresión cambió. Sus ojos siguieron el sonido hasta que me localizó, y entonces se enderezó abruptamente, con los ojos ligeramente ensanchados y los hombros tensados.
Peter me observó mientras me acercaba, su mirada oscura e intensa se me quedó fijo. Su espalda estaba ligeramente encorvada, con un brazo apoyado en el tronco del árbol. Su rostro tenía una expresión sombría y sus dientes afilados asomaban ligeramente entre sus labios levemente fruncidos.
Cuando estuve lo suficientemente cerca, dejó escapar un suave suspiro y se enderezó, cruzando los brazos sobre el pecho.
"¿Qué haces por aquí?" gruñó, con una sonrisa leve pero irritante.
Sentí un escalofrío al oír su voz, "Hola", murmuré, sintiéndome repentinamente pequeña bajo su intenso escrutinio. Desvié la mirada, de repente fascinada por las grietas de la acera, preguntándome si podría oír los latidos de mi corazón retumbando en mi pecho.
Peter frunció el ceño al oír mi tímido saludo, pero la expresión de su rostro cambió por un momento cuando me vio esquivar su mirada. Por alguna razón, ver mi nerviosismo parecía relajarlo un poco, aunque su expresión volvió rápidamente a una de irritación.
El silencio entre nosotros se alargó, y Peter permaneció en su lugar, con los brazos cruzados sobre el pecho y observándome con una mezcla de indiferencia y curiosidad.
"¿Vas de camino a tu casa?", preguntó, con un tono cauteloso, como si no estuviera seguro de preguntar.
Asentí, con el corazón latiéndome aún más fuerte. "Sí, mi casa está a unas cuadras de aquí", logré decir, señalando vagamente la calle. Me pregunté por qué admitir algo tan sencillo hacía que me empezaran a sudar las palmas de las manos.
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❤ 𝐃𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐜𝐮𝐞𝐥𝐚 (𝐆𝐨𝐭𝐡 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 × 𝐘/𝐍) ❤
Fanfic°·.¸.·°¯°·.¸.·°¯°·.¸. Y/N es una estudiante tranquila, para quien la simple idea de trabajar en equipo ya es suficiente para hacer que su corazón lata con nervios. Pero cuando la profesora decide emparejarla en su último proyecto con Peter, el chico...