Antes de salir de la cárcel, unos policías le dijeron a Hans que vaya a un psicólogo, él también pensó que era buena idea, y comenzó a ir a uno. Pasaron unos cuantos días y le ayudaba mucho, dejo de pensar en eso por completo.
Cuando dejo de ir al psicólogo, comenzó a trabajar de mecánico y le iba muy bien. Él, al salir de la cárcel, se quedó con una persona en su casa, hasta que trabajo por un tiempo y pudo alquilar un piso, comprar comida, y muchas más cosas que él no podía hacer antes. Ahora salía a la calle normal, hablaba con la gente, ya podía hacer todo como todas las personas. Le costó un poco acostumbrarse a estar en un sitio con mucha gente, ya que antes no salía casi nunca, y no se juntaba con nadie.
Conoció a una chica que sé llamaba Paula, de 33 años, ella fue la primera chica que pudo hablar mucho con Hans, le contó todo, y desde allí se comenzaron a ayudar mutuamente. Comenzaron a ser mejores amigos, que estaban en las buenas y en las malas. Lo único que quería ella era un futuro mejor para Hans, sin problemas.
Un día Hans estaba en un café, y en ese mismo café estaba una chica que a Hans le gustó a primera vista. Se acercó a ella, un poco tímido, ya que nunca le gustó alguien, pero le pudo decir que si se podían conocer, la chica, sin entender lo que estaba pasando en ese momento, acepto. Se sentó con ella y comenzaron a hablar, y contarse cosas suyas, la chica se llamaba Laia y tenía 34 años. Hans le contó su historia, ella se quedó un poco sorprendida, pero no dijo nada malo.
Ya se iban a ir los dos, antes de irse, se dieron el número de teléfono. Comenzaron a hablar a diario, y quedaban muchas veces. En todo ese tiempo hablaban normal, hasta que llego el día que los dos estaban esperando con muchas ansias, Hans tuvo el valor de pedirle salir, ella obviamente le dijo que sí.
Laia se fue a vivir con Hans, estaban muy felices los dos, se querían mucho y lo más importante se respetaban mutuamente, y gracias a eso no tenían peleas. Después de un año y medio, se casaron, y vivían sin darle importancia a los demás.
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El arrepentimiento
RomanceCuando tenía 18 años me fui de mi país de nacimiento que era Alemania, fui a España pensando que voy a tener una vida mejor y un futuro mejor, pero fue todo lo contrario, comenzó a gustarme matar a la gente que me caía mal, porque no tenía ni amigos...