Hans, un hombre de 35 años, nació en Alemania, pero a los 18 años se fue a España a vivir, por problemas que tenía. Su padre le abandonó cuando él era pequeño. Hans nunca pudo ni quiso trabajar, por eso vivía con su madre y ella le pagaba todo lo que necesitaba.
Cuando fue a España pensó que todo eso iba a cambiar e iba a tener una vida mejor y todo iba a ir mejor. Pero fue todo lo contrario, le comenzó a gustar matar a toda la gente que le caía mal, él nunca pensó que iba a hacer eso. Pero todo fue porque no tenía familiares con él y no tenía amigos porque no era sociable y no le gustaba hablar con nadie, todos le tenían miedo y nadie se le acercaba.
Mató a mucha gente y él se lo pasaba muy bien haciéndolo, se divertía. Nadie nunca dijo nada por el miedo que le tenían y sabiendo lo que podía pasar si dicen algo.
Por esto a Hans no le costó acostumbrarse a otro país que no era el suyo, todos hacían o que él decía, aunque a veces recordaba a su madre y todo lo que había hecho por él. Echaba de menos a su madre, pero también a su país, el país que ha pasado en él toda su infancia y ha aprendido de todo en él. Aprender otro idioma le costó un poco, pero como no hablaba con nadie, no ha tenido que hablar mucho español.
Él vivía en una casa pequeña y apartada de la ciudad, para que nadie supiera donde está, esa casa era muy vieja y tenía una historia muy larga. Hans dormía en el suelo y casi no comía, ya que no trabajaba y no podía conseguir el dinero para comprárselo.
Un día Hans estaba matando a una persona. Después de matarlo escuchó la sirena de la policía, intento escapar, pero vio que no podía y si lo hacía todo iba a ser peor de lo que está. La policía vino porque una persona la llamo, esa fue la primera en atreverse a llamar a la policía. Hans la vio con una cara de matarla, pero ya en ese momento no podía hacer nada.
La policía se acercó, Hans comenzó a insistir e insistir, pero obviamente el policía no le iba a dejar irse con todo lo que había hecho. Lo primero que hizo el policía es meter a Hans en el coche para llevárselo a comisaria. Después llamo a la ambulancia, para que vengan a llevarse a la persona que Hans mato, la ambulancia vino y se lo llevo. El policía se metió en el coche y se fueron camino comisaria, Hans estaba muy nervioso porque nunca había ido a la cárcel.
Hans pensó en su madre y en lo mal que lo estaría pasando si supiera todo lo que le estaba pasando a su hijo.
Él llevaba mucho tiempo sin hablar con su madre y sin saber nada de ella.
Hans pensó que podía pedir el móvil al policía para poder hablar con ella, se lo dijo y el policía se lo dio. Hans la llamo.
Hola mamá.-Dijo Hans cuando la madre respondió al teléfono.
¿Quién eres?-Pregunto la madre porque no reconoció la voz.
Soy tu hijo, mamá.-Respondió Hans feliz al escuchar su voz.
Hans y la madre comenzaron a llorar de alegría y emoción, Hans le explico a su madre lo que le estaba pasando. La madre no pudo decir nada por qué el policía le quitó el teléfono de la mano a Hans y colgó.
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El arrepentimiento
RomanceCuando tenía 18 años me fui de mi país de nacimiento que era Alemania, fui a España pensando que voy a tener una vida mejor y un futuro mejor, pero fue todo lo contrario, comenzó a gustarme matar a la gente que me caía mal, porque no tenía ni amigos...