Tóxic [Radiodust]

Capitulo 10: ¿Donde te escondes?

Patrick giró hacia Anthony.

Husk miró una apertura en esa milésima que giró.

Él agarre en sus muñecas cedió por lo que soltó una mano dándole un puñetazo a Patrick en el rostro, noqueándolo.

Harold dio un paso atrás cuando Husk alcanzó el arma de nuevo y sin siquiera titubear, dispararle en el hombro.

—Carajo, falle —se quejó Husk por no darle en el pecho, para inmediatamente mirar hacia Anthony quien ya le apuntaba con el arma.

—¡Bájala! —ordenó tratando de no ver a su hermano que se estaba arrastrando hacia un costado, tratando de alcanzar una de las armas que estaba en el suelo.

De pronto, a lo lejos se captó un sonido de sirenas.

—Creo que es tiempo de que se vayan —sugirió Husk con media sonrisa sin bajar el arma.

Anthony frunció el ceño, mirando todo el desastre que había sido creado en menos de siete minutos.

Husk había asesinado a dos personas expertas en combate y dejó a dos más heridas, definitivamente lo habían subestimado y ese error les saldría muy caro.

Sin titubear, Husk disparo al tiempo que Anthony se arrojaba al suelo dando una vuelta por este antes de incorporar y apuntar a Husk, pero para su sorpresa, Husk ya estaba frente a él y tan rápido como lo vio levantar el arma lo tomo por la muñeca y lo hizo girar, derribándolo.

Anthony sintió como si el aire abandonara sus pulmones al tiempo que veía al veterano apuntarle a la cara y jalar del gatillo, escuchando como el silencioso ruido del arma indicaba que no tenía más balas.

—He dicho, que no se donde esta Alastor —gruño Husk sin apartar el arma descargada.

Ante eso Angel no pudo evitar sonreír de medio lado.

—¿Sabías que no estaba cargada?

Husk le regreso la sonrisa.

—Lo suponía, ya había sido dispara cinco veces, que no tuviera las seis balas fue pura suerte —dijo apartándose mientras Angel se ponía de pie—, largo de aquí.

Harold se colocó a un lado de Anthony, sosteniendo su hombro que no paraba de sangrar.

—¿Realmente no sabes dónde está? —inquirió Angel escuchando las sirenas cada vez más cerca.

—Se les hace tarde, la policía se acerca.

—Solo responde —gruño Anthony caminando hacia Patrick que se colgó al hombro, sintiendo un dolor extremo en la espalda.

—No se donde esta y no piensen en volver —advirtió cruzándose de brazos.

Harold iba a decir algo más, pero Anthony lo detuvo.

—Bien.

El salió casi corriendo con Harold pisándole los talones. Subieron al auto tan rápido como pudieron y salieron de ahí pitando al tiempo que veían como varios coches patrullas giraban en la esquina contraria.

Anthony acelero a fondo, pero las patrullas no lo siguieron, por suerte estaban más interesados en atender la llamada de emergencia que perseguir a un auto con exceso de velocidad.

Tras varios kilómetros y tomar varios atajos, terminaron volviendo a su base, donde apenas estacionar, Patrick jadeo desde el asiento trasero.

—Mi jodida nariz —se quejo desde su lugar.

—Tienes suerte de no haber terminado con una bala en el cuello —apunto Angel recordando a uno de los sujetos—, bueno, él tampoco lo sabía —dijo sin más tras suspirar y recargarse tensamente en el asiento.