Capitulo 23

3 0 0
                                    

Alastor apreto su hombro donde una bala había logrado impactar, su pierna herida hardia al igual que su pecho, que ya no recibía suficiente aire, aparentemente no había salido del todo ileso de ese pequeño accidente.

Mientras se movía entre la oscuridad, apenas lograba distinguir los árboles y ramas que se cruzaban en su camino, recibiendo en más de una ocasión un golpe inesperado. Definitivamente prefería cruzar un bosque desconocido de día antes de que de noche, pero en ese momento, con las luces a su espalda, no podía darse ciertos lujos.

<<Supongo que la vía de escape ya no es una posibilidad>>

Alastor se detuvo recargándose en un tronco cercano, afinando su oído tanto como pudo. El bosque se había sumido en un extraño silencio y sabía que eso solo significaba una cosa. En el preciso instante que un ladrido cruzó el silencio absoluto, su sangre se helo.

—Tienes que estar jodiendo —gruño retomando inmediatamente su camino imaginario.

Comenzó a idear una forma de escapar de esa situación, pero pronto se dio cuenta que contra animales que muy posiblemente ya tenían su aroma, no podía hacer mucho. Tenían mejor olfato y oído que él, en ese momento, ellos eran los cazadores y él la presa.

Alastor intento ver hacia la copa de los árboles, buscando una rama que pudiera usar de escudo cuando el crujir de las ramas a su espalda le hicieron girar hacia la oscuridad, solo para en cuestión de segundos alcanzar a vislumbrar un par de ojos que saltaron a él con un poderoso gruñido.

En lo que pareció una secuencia hiper acelerada, Alastor alcanzó a levantar el arma disparando a la bestia que cayó pesadamente sobre su cuerpo. Apenas sentir como el poco aire que sus pulmones tenían se le escapaba, Alastor luchó para salir de debajo del pastor alemán, bastante seguro que si antes no conocían su posición, ahora si que lo hacían.

Y que así como ese perro, otro más vendría.

Alastor torpemente se incorporó, llevándose instintivamente una mano a su hombro lastimado, sintiendo en el instante toda su espalda húmeda.

<<Si no me atrapan ellos, seguro moriré desangrado>>

Apenas dar un paso hacia atrás, un nuevo gruñido le hizo ponerse en guardia, apuntó a la oscuridad pero al no ver nada, se vio obligado a retroceder, sabía que el animal no estaba lejos, pero en medio de aquella impenetrable oscuridad, no podía hacer mucho.

Alastor rengueando alcanzó a avanzar un par de metros antes de que los gritos lejanos se hicieran cercanos. Ante eso vio sobre su hombro y ese fue su error.

Al volver la vista, no pudo notar a tiempo el perro que corrió de frente hacia él hasta el último segundo cuando le fue imposible apartarse. Alastro se mordió el labio inferior, anteriormente destrozado por Angel, para evitar gritar cuando el perro cerró su mandíbula entorno a su muñeca que trato de usar para protegerse. El dolor que le atravesó lo obligó a abrir la mano, soltando su única arma defensiva.

Alastor intentó apartarlo de él haciéndose hacia atrás, pero con su otro brazo inutilizado por la herida de bala, fue imposible. En medio de su desesperado intento por alejarse, no miro al segundo perro que saltó sobre él derribándolo en el acto. Al ver en el suelo, con la muñeca siendo inmovilizada y con el otro canino sacudiendo violentamente su pierna para evitar que se pusiera de pie, no pudo evitar sonreír de medio lado.

<<Así que así acabamos>>

De reojo, miro como los halos de luz de las linternas de los oficiales ya casi estaban sobre él. Y a su vez, no pudo evitar notar a las sombras observando desde la distancia, con una macabra sonrisa en sus inexistentes rostros. Alastor al verlas detenidamente, miro la provocativa, por lo que no las dejaría sin espectáculo.

Alastor, con la poca fuerza que le quedaba, empezó a tirar de su mano ignorando hasta un extremo inundando el dolor de su muñeca, hasta alcanzar el arma. Sin saber cómo, logró patear al animal de su pierna sintiendo como se llevaba parte de su pantalón y piel con el, logrando así dispararle y derribarlo. Sin perder un solo segundo y ya con los oficiales prácticamente a sus espaldas, giró con todo y el perro que lo soltó en cuanto una de las sombras de Alastor se irguió detrás de él.

Ante esa aparente libertad, Alastor aprovecho para acuclillarse, sintiendo la sangre fluir fuera de su cuerpo desde diferentes puntos de su cuerpo. Delante de él, enceguecido por las linternas de todos los oficiales que ahora le rodeaban, pudo notar cierto temor a acercarse.

Y sabiendo lo que era, comenzó a reír de nuevo, esta vez más quedo, tranquilo.

—¡Suelta el arma! —gritó Charlie no muy segura de estar viendo correctamente, deseando que lo que se extendía tras Alastor, fuera su sombra y no algo más.

Aquella voz por extraño que pareciera en esa situación, hizo a Alastor sentir cierta tranquilidad, en especial el temblar de la misma.

—Oficial Magne... tenía razón —rió al decirlo antes de toser y escupir un poco de sangre—, debí haberla asesinado.

—Tirate al suelo y suelta el arma —volvió a ordenar al tiempo que adelantaba la luz y se colocaba con esta apuntándole a su cabeza, tratando de no ver a la cosa que aún seguía tras EL asesino.

Alastor ante eso ladeo sutilmente la cabeza. Sabía porque no se acercaba, pero aún así, por lo menos una última vez, quería golpearla. Si debía ser sincero, era su culpa haber terminado en esa situación, desde un inicio, su error fue haber confiado en alguien más, a partir de ese punto donde rompió su perfecta rutina, todo se había ido al carajo.

—Su novia —musito Alastor comenzando a ver borroso—, ¿estará tranquila ahora?

Charlie dudo en responder, pero al ver el estado tan patético del cuerpo de Alastor, sabía que era su fin.

—Lo estará cuando te arreste —dijo llevando una de sus manos hasta las esposas, observando como la sombra tras él comenzaba a disiparse.

Alastor sonrió tenuemente ante eso, respirar era cada vez más doloroso y su vista de pronto, ya no distinguía formas.

—Al menos puedes ser tú —murmuró antes de levantar el arma.

Sin advertencia, Charlie disparo dando exactamente en el centro de la frente de Alastor que cayó pesadamente hacia atrás. Charlie miró hacia su arma, antes de darse cuenta de lo que había hecho.

Con una mueca amarga, Charlie suspiró.

Al final no lo hizo pagar por su crímenes, solo le dio el escape fácil que tanto busco. Con eso en mente, se dio la vuelta dejando que sus compañeros se hicieran cargo de la escena. No sin antes ver una vez más hacia atrás de Alastor, cerciorándose que aquella sombra al igual que Alastor, ya no estaba.

 No sin antes ver una vez más hacia atrás de Alastor, cerciorándose que aquella sombra al igual que Alastor, ya no estaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tóxic [Radiodust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora