☆Considerado
No le gusta pensar que te sientes inferior o menos importante en su vida por no ser como Lilith o Eva, la primera mujer en desafiar a Dios o la impotente reina del infierno. Quiere quitarte esas inseguridades y sabe como hacerlo.
Escenario:
Lucifer caminaba contigo, una demonio del infierno, por los jardines del famoso Edén.
-Este lugar es más hermoso de lo que imaginé Lucifer, ¿Cómo es posible que podamos estar aquí?. -lo miraste con admiración.
Lucifer sonrió, una mezcla de nostalgia y orgullo en su expresión al verte contenta, con cada paso que daban en aquel lugar le traía diversos recuerdos, de su propia caída y las figuras de Lilith y Eva cruzaron la mente de Lucifer, pero esos pensamientos se desvanecieron cuando volteó a mirarte.
-El Edén es... un lugar de pureza y maravilla, reservado para los seres más puros. Sin embargo, nuestra conexión nos permite romper esas barreras y quería compartir este lugar contigo, mostrarte algo que solo unos pocos han visto.
Caminaron juntos a través de los jardines, sus manos rozándose ocasionalmente mientras Lucifer te guiaba. Finalmente llegaron a un claro rodeado de flores doradas y un árbol majestuoso en el centro, el Árbol del Conocimiento, con sus frutos resplandecientes colgando pesadamente de las ramas. Lucifer se detuvo y tomó tus manos en las suyas, mirándote con una intensidad que hizo que tu corazón latiera más rápido.
-_____, he sido testigo de muchas maravillas y tragedias en mi existencia. He conocido a Lilith y Eva, dos mujeres que dejaron una marca indeleble en la historia. Pero quiero que sepas algo de lo cual estoy muy seguro.
-...¿Qué es, Lucifer?. -al notar el nerviosismo en tu rostro te acercó más, sus manos firmes pero gentiles alrededor de las tuyas.
-No me importan Lilith o Eva, ninguna de ellas se compara contigo. Mi amor por ti trasciende todo lo que he conocido. En este jardín, el lugar donde comenzó tanto bien como mal, quiero que sepas que mi corazón te pertenece completamente a ti.
Sentiste que tus ojos se llenaban de lágrimas de felicidad al igual que los suyos. Correspondiste su agarre de igual manera.
-Lucifer, tus palabras significan el mundo para mí. Yo también te amo, más allá de cualquier cosa que pueda entender o existir, tanto en el cielo como en el infierno...
-Entonces, en este Edén. -te acercó más a su cuerpo- Nuestro Edén, prometo amarte y protegerte, sin importar las sombras que nos persigan. Eres mi luz, ____.-
Se besaron bajo las ramas del Árbol del Conocimiento, sellando su promesa en el lugar donde todo comenzó. En el corazón del Jardín del Edén, lejos de las intrigas del cielo y el infierno, encontraron un momento de pura felicidad y amor eterno juntos.
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