Capítulo 1

85 9 0
                                    

                                
Comía lentamente su última ración de ramen, disfrutando cada bocado porque sabe que después de ese no podría comer asta varias semanas después,  tenía vendas en sus muñecas con sangre seca, nuevamente avia tratado de matarse, pero el poder del kyubi no se lo permitió, ya estaba cansado de toda esa vida y de esa soledad, falta de amor y cariño, pero gracias a su chamarra apenas y se notaba.

Siguió con su comida asta que escucho unos golpes en su ventana, al voltear se encontró con un Anbu, con una máscara de rata apoyado en el marco de su ventana.

– Hokage sama pide su presencia en su oficina – el rubio solamente asintió sin muchos ánimos, y con eso el Anbu desapareció.

Soltando un profundo suspiro guardo la mitad del ramen que le quedaba, salió de su apartamento camino hacia la torre Hokage con su típica sonrisa falsa, ya se estaba empezando a cansar de fingir, sentia que poco a poco se iba quebrando más, muchas cosas ya no tenían sentido para el, solo tenía un amigo que no siempre podia estar para el, no tenia una familia que lo recibiera con amor al llegar a casa, ni siquiera la aldea lo queria, y para bien o para mal ya descubrió por qué la aldea lo trataba con tanto odio y coraje en especial en su cumpleaños...es el contenedor del kyubi, un jinchuriki...por eso la aldea es asi conmigo, porque para ellos no importa cuanto me esfuerce, para ellos siempre seré un demonio.

Sin darse cuenta por estar metido en sus pensamientos ya estaba en frente de la puerta que da a la oficina de su jiji, con un último suspiro se dedicó a tocar la puerta a esperar a que le permita la entrada.

– adelante – soltando un último suspiro puso su muy bien practicada sonrisa y sin más entro a la oficina gritando como siempre.

– jiji, para que me buscabas dattebayo!! – corriendo y saltando con alegría muy bien fingida se acerco asta el Hokage quien de un momento a otro se puso serio y lo miraba con cuidado, con un rápido movimiento de manos creo una barrera de sonido, para que nadie pudiera escuchar su platica, cosa que descoloco al rubio... – ¿Que sucede jiji, por qué tanto secretismo ttebayo?... –.

Hiruzen fumo de su pipa con tranquilidad... – verás Naruto, te e llamado porque necesito que escuches con mucha atención, te voy a contar uno de los mayores secretos que Konoha esconde, lo que te voy a contar es un secreto rango S, por lo que no puede salir de aquí lo que vamos a hablar, entiendes?...–.

Naruto giro su cabeza como un cachorrito confundido, viéndose demasiado tierno... – lo comprendo jiji, pero aún no entiendo que tiene que ver un secreto tan importante conmigo dattebayo... –.

Hiruzen se levantó con calma de su asiento, fumando su pipa con calma... – sígueme Naruto, es mejor si te lo muestro en persona... – el de gemas azules sin cuestionar nada más se levantó también y siguió de cerca al que consideraba su abuelo, caminaron por lagunas calles asta que llegaron al hospital, Naruto se detuvo con miedo en la entrada, el Hokage lo miro con duda.

Se acercó y se agachó asta quedar a su altura... – ¿Que sucede Naruto, por qué te detienes?... – un silencio se formó a su alrededor, asta que el rubio decidió contarle una de sus muchas experiencias en ese lugar.

Respiro lento para calmarse y poder hablar bien...  – lo que pasa jiji, es que en este lugar no tengo permitido entrar, una vez un grupo de aldeanos me lastimaron mucho, vine aquí porque pensé que podrían ayudarme... Pero empezaron a insultarme y decirme cosas muy feas, dijeron que la próxima vez que entrará me matarían... Me dio mucho miedo jiji, no quise probar a mi suerte... – se podía notar en el rostro del Hokage que estaba furioso, pero trato de controlarse.

Hiruzen se enderezó, y antes de entrar tomo la mano del menor, y le dio un apretón suave haciéndole saber que estaba allí, con el... – no te preocupes Naruto, ellos ya no podrán hacerte nada al ver que estoy contigo, y tampoco es como si el lo fuera a permitir... – lo último lo dijo para el en un murmuró bajo, pero el de gemas logró escucharlo con un poco de esfuerzo, preguntándose mentalmente quien es la persona de la que hablaba su jiji, y por qué no permitiría que lo lastimen... – andando... – los dos entraron al hospital y de inmediato captaron las miradas de todos allí, todos con miradas diferentes asía cada uno.

Las miradas hacia el Hokage eran de orgullo y admiración... Mientras que las que iban directas hacia el rubio eran de odio y asco... Miradas a las que el rubio ya estaba acostumbrado, pero no por eso dejaba de dolerle... Y solo hacia que aquellos deseos de dormir y ya no despertar, para ya no sentir dolor ni odio, para poder sentir se en paz, se hicieran más fuertes... Paz, cosa que nunca pudo sentir y duda que alguna vez lo pueda llegar a sentir, pero aún no pierde las esperanzas de que alguien pueda querer lo... Por lo menos un poquito.

Sin darle más vueltas al asunto de las miradas Naruto se dio cuenta que estaban caminando por un pasillo en el que no estaba nadie, área restringida, era lo que pensaba Naruto, más adelante casi al final, avía una puerta diferente al resto, aparte de que no tenía el nombre del paciente dentro de la habitación, y que tenía sellos para que no cualquiera pueda pasar.

El mayor hizo una secuencia de sellos con sus manos, que el rubio no logro entender, cuando termino la barrera bajó, Hiruzen abrió la puerta permitiéndole pasar primero al menor, un poco dudoso entró, la habitación era como cualquier otra del hospital, un pequeño armario para guardar utensilios para los doctores y enfermeros, un sillón que parece cómodo a simple vista, varias máquinas que tenían diferentes utilidades, y una camilla, Naruto no pudo ver el rostro de quien se encontraba hay durmiendo, lo único que alcanzó a ver fue una mata de cabellos rubios muy parecida a la suya, al mirara el parecida de sus cabellos su corazón empezó a latir con fuerza y rapidez, parecía como si quisiera salir de su pecho, algo por lo que el de gemas no logró entender, con muchas dudas decidio preguntar... –¿Quién es él jiji, por qué su cabello se parece tanto al mío, y que tengo que ver yo aquí...? –.

Con una mirada compresiva miro al pequeño... – todas tus dudas seran respondidas Naruto, no te preocupes – fumando su pipa, con calma se acerco al rubio mayor y el más pequeño lo seguía de cerca, asta alcanzar a ver quien era el que estaba dormido.

– el cuarto Hokage... –.

           

Gracias por leer.

No olviden votar y comentar.

✨💗
                       

Regresa a mi papá... (itanaru) (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora