𝐋𝐄𝐆𝐄𝐍𝐃𝐒 𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐃𝐈𝐄
Un poco insoportable y arrogante. Buscando la paz de vivir dentro de la muralla interna, aquella que le iba a dar una vida pacífica, sin peligros. Él paralelo de Aixa Zimmermann, Jean Kirschtein, quien terminará corr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
17 | De regreso
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sentí la respiración de alguien en mi oído, lo que hizo que me moviera en mi lugar con incomodidad, mientras en mi rostro se dibujaba una mueca de disgusto.
──Oye Mikasa, aleja al engendro de Eren de ella o lo haré yo.
──Ya Jean, despertaras a ambos si sigues hablando tan fuerte.
──Tch ¿Armin, es que no ves que la está incomodando? No la está dejando dormir tranquila.
Abrí lentamente mis ojos, notando como el fuerte sol daba por completo en mi rostro, haciendo que me cubriera con mi antebrazo. Solté un gruñido dejando notar mi molestia por la luz, y como respuesta solo conseguí que una capa cayera sobre mi cabeza, tapándome por completo.
Froté mis ojos con las palmas de mis manos, pero dejé de hacerlo cuando un peso sobre mi hombro se movió. Mire a mi lado notando como el chico de ojos verdes acomodaba su rostro contra mi hombro. Eren permanecía dormido mientras que mis ojos estaban puestos en él, observando lo pacífico y tranquilo que parecía. Sonreí por unos segundos sin dejar de verlo, me sentía aliviada de saber que se encontraba a salvo.
Me levanté de mi lugar dejando la cabeza de Eren con cuidado en el suelo de la carreta que nos llevaba, con la capa que me habían tirado me encargué de cubrirlo por si acaso. Observé a mis lados notando la presencia de Mikasa, Armin y Jean, quienes estaban un poco atrás de la carreta pero se acercaron rápidamente cuando me vieron sentada.
── ¡Aixa! ── Armin fue el primero en acercarse con una sonrisa──. Que bueno que te encuentres bien, me había preocupado.
──Gracias... pero, no recuerdo que pasó exactamente ──dije con una sonrisa nerviosa mientras acomodaba mi cabello en una coleta alta.
──Pues te desmayaste mientras íbamos a encontrarnos con el comandante ──explicó el rubi──. Jean casi muere del infarto cuando vio que estabas por caerte del caballo.