El Niñero [papufresco] (Pausada)

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— ¡Miguel! Te estoy hablando —La madre de miguel se ponía nerviosa ya quería irse de esa casa, le urgía— lo siento él suele ser muy necio

— No se preocupe señora, parte de mi trabajo está educarlo, entonces... está allá arriba el pequeño?— habló un joven alto, cabello castaño, ojos oscuros y tez blanca casi palida

— ah si claro, pequeño...— sonrió nervisosa — puedes subir por él si quiere, se me hace tarde para me vuelo

— Está bien señora, que tenga un buen viaje — hizo una reverencia indicando de que iba a pasar con confianza  a la casa, la señora agarró su maleta y se marchó no sin antes cerrar la puerta

El castaño subió las escaleras y tocó la puerta repetidas veces, adelante se escuchó del otro lado de la puerta

— hola campeón — sonrió enérgico mirando a un joven en el suelo hecho bolita, era de cabello negro, traía puesta unas gafas y tez palida, como si nunca hubiera comido o si le hubiera pasado un susto

— no me llames asi — habló el contrario haciendose nota que estaba fastidado

— bueno...,  mi nombre es Luis soy niñero, tú mamá te mencionó algo respecto sobre mi?

— no, yo para que nesecito un niñero, largate de aqui

— no puedo , mi servicio ya fue pagado por su madre, además quien te enseñó ese vocabulario? — cuestionó el mayor

— que mierdas te importa, yo ya no soy un niño para que me digas como debo comportarme

— Asi? Cuantos años tienes?

—.....16

— tú mamá no me comentó este detalle, le mandaré un mensaje

— dudo que conteste, ella nunca contesta

— igual lo imtentaré — el mayor sacó su celular, los sonidos del teclado del portatil se escucharon — bueno yo soy experto para cuidar  a lo niños chiquitos, nunca me dijeron que era un adolescente,  apuesto que es lo mismo

— ..supongo..?

Miguel estaba sentado en el piso cual estaba algo sucio, con sus piernas pegadas a su pecho y sus manos cubriendo sus ojos, aun que tenía gafas igual podía hacerlo

— estas triste? — Luis se sentó alado de miguel

— a ti que te importa — el azabache recién volteó a ver a luis, le pareció al instante algo atractivo haciendose notar un leve sonrojo

Luis agarró su cabesita de miguel y lo acomodo en su hombro, comenzando hacerle algunos mimos en la cabeza, miguel no dijo nada pero se sentía bien de alguna manera, por primera vez se sentía en casa, con el amor que tanto le hacía falta..