Capitulo 4: ¡Que empiece el juego! parte 1

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Fue una buena noche. Eso pensaba Shoko mientras volvía a casa. Su padre ya estaba pasado de copas, así que empezaría a alardear sobre cómo podía sacar fuego de cualquier parte de su cuerpo, lo cual sería traumático para cualquier invitado.

—Me pregunto qué tal estará Izu...

Miró la ventana con nostalgia al recordar ese breve momento donde se abrazaron, pareciendo que se podrían quedar por siempre en ese lugar.

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Izuku estaba en el baño. Se quitaba el uniforme blanco lleno de palabras altisonantes y se ponía una camisa azul, unos jeans y sus usuales tenis rojos. La fiesta aún no terminaba, pero su contrato estipulaba hasta las 12 de la noche. ¡Ja! No podían estafar al hijo de una abogada...

—Oh, ¿te vas tan pronto? —La insensible voz de Momo le dirigió la palabra al salir del baño.

—Creo que nunca volveré. —Le dio el uniforme sonriendo—. Agradezco el dinero, pero no creo que humillarme públicamente logre algo positivo para tu imagen, Yayorozu. —Sonaba desafiante.

—Qué bueno que firmaste, cualquier cosa y haré público cómo el izuku midoriya se arrastra por dinero —sonrió fría mirando al pecoso sin interés.

—No hablo de eso... no soy un soplón. Yo acepté por dinero, es obvio. No hago esto gratis, pero sigo sin entender ¿por qué a mí? ¿Qué te hice yo para que intentes destruir mi orgullo así? —Las palabras del pecoso daban justo en el clavo para hacer explotar a la pelinegra.

—Tal vez sea el hecho... de que eres poco más que un pobre sin presencia en los medios intentando escalar en la sociedad para intentar sobresalir, pero créeme -se acercó al pecoso-, me encargaré de que no obtengas trabajo ni de mesero. —Le estaba por pegar una cachetada, pero él detuvo la mano.

—No más idioteces, Momo. Tal vez tú vivas del estatus, pero al menos yo... tuve padres que me criaron para que la gente me vea por cómo soy, no por el apellido que llevo puesto. —Le soltó la mano a la chica, la cual gruñó— Tal vez no entienda tu odio hacia mí, pero créeme, tarde o temprano hablarás. —Se fue en paz, dejando a una enojada Momo que empezaba a llamar a un número.

—Hola Hisashi Midoriya?...

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Shoko hablaba por teléfono con Izuku la mañana siguiente.

—¿En serio te dijo eso Momo? —la bicolor sonaba enojada mientras se cambiaba con el teléfono en altavoz.

— Yo tampoco lo creí, pero sonaba bastante seria en sus acusaciones... Me pregunto qué trae contra mí, pero creo que deberíamos hablar de buena forma para que esto se termine antes de que escale a otro nivel. —Él, por su lado, preparaba su mochila puesto que ya estaba cambiado.

-Soy más fan del ojo por ojo, diente por diente, izu -se ataba el cabello en una coleta frente al espejo.

-Ojo por ojo deja al mundo ciego, Shoko. Debemos cortar esto de raíz. -Salió de su casa, ahora hablando con ella por sus audífonos.

-Está bien... intentemos una tregua. -Tomó su mochila, saliendo rumbo al metro.

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—Esto es una estupidez. —Bakugo miró un contrato que Momo le había dado.

—Vamos, Bakugo... te beneficia. Lo golpeas como antes, pero ganando dinero. —Sonrió tranquila.

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⏰ Última actualización: May 26 ⏰

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