Capitulo 12.

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«Perdóname»

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«Perdóname»

Jaeden abrió los ojos en un lugar borroso.
Paso sus manos por sus ojos restregandolos.
Y al parpadear un para de veces, miro levemente hacia el otro lado de la cama, creyendo que la silueta que estaba ahí era su novio, le sonrió levemente.
Queria verlo por completo, pero antes de quitar un poco las sabanas, reconoció un no cabellos rubios, con un aroma tan diferente al de su chico.
Jaeden entró en pánico, con los nervios alterados, se bajo lo más rápido que podía de aquella cama ajena, estába semi desnudo pero no le importó, huyo de la escena.
Y lo demás era caos, vasos, botellas, los ceniceros llenos, ropas ajenas y trastos sucios con manchas mojadas. Carajo, todo parecía más desordenado qué el cuarto de su hermana. En el piso no había nada que basura y uno que otro desmayado por ahí, pero cómo estaba tan asustado y con los nervios de punta sólo bajo al primer piso.

En un escalón a causa de una botella término rodando hasta el final de las escaleras, su cuerpo quedo tendido bajo un charco de agua, y en el se quedaba.

—Uuhh carajo, ¿por qué me castigas haci yisus?— se preguntó con un lego enterrado en la espalda. A causa de ese dolor intenso por un lego del demonio no le quedó de otra que quedase ahí tieso.

Movió su cabeza para ver hacia arriba, veía más basura, nada más que basura pero al final de un pasillo yendo hacia la cosina podía ver una luz, ¿quién usaría luz en la mañana? Bueno quizá alguien que no vea muy bien. Pero, de la nada todo dejó de tener sentido cuando una figura se puso en enfrente suya y se puso de cuclillas para estar a su misma estatura.

—¿Qué tal los legos, uuuh?— ese era Cameron, el maldito Cameron sin camisa, en ropa interior y con una taza de café negro, lo que ya no sorprendía por que todos los días tenía su taza favorita en la mano mientras se paseaba por la casa con unos lentes de sol.
—Muy cómodos, dile a tú hermana que querio una cama con estos—Cameron le dio una sonrisa burlesca mientras se levantaba los lentes de sol—Bien serán, 3500 dólares por el colchón solamente, las las almohadas, las sábanas la base y el envío.. 12000 dólares en total— Cameron extendió su mano para Jaeden indignado con el vendedor golpear su mano.

— Al carajo para eso mejor duermo en este charco de agua—Cameron seguía en su posición de cobrador y le daba un sorbo fuerte a su café matutino— También cobramos los segundos acostado en nuestro charco de agua, trece dólares por segundo— Jaeden se levantó y se sentó apartado del charco aún más indignado por lo aprovechado qué era su amigo. Por algo su novio no lo quizo.

Hasta le cobraba por respirar.

—¿Y qué pasó anoche? — Cameron abrió los ojos con sorpresa, claro Jaeden estába tomado. Al menos eso es lo único bueno que pasó anoche. —¿Acaso.. No lo recuerdas? — pregunto otra voz, acostado desde el sillón con un pan en la boca nuestro pelirrojo favorito.

Ricercato: Se Busca Un AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora