Ya habían terminado de comer y hace un tiempo los niños salieron a disfrutar lo último del día, los que se quedaron fueron Jake y Neytiri, esta sabia que su pareja hablaría del tema de sus amigos.
Jake tenía su mano entrelazada con la de Neytiri.- Pudiste hablar con el.?- Pregunto mientras tomaba con su otra mano, la mano de su mujer.- No, es su decisión si decirnos o no, no hay que obligarlo a hablar.- Le contesto ceria mientras veia que su cola se balanceaba algo nerviosa.
Este se aclaro la garganta.
- Norm y Max quieren que..- No pudo terminar de hablar al ser interrumpido por la Omaticaya.- No.!! No lo quiero serca de esas maquinas.- Dijo mientras le gruñia molesta.Este suspiro.- Ayfo ni'awtu new srung.- Le respondió mientras trataba de calmar su enojo con mimos pero esta se alejo más molesta.[Ellos solo quieren ayudar.]
Neytiri lo miraba algo preocupada.- Ma'Jake.. Rutxe no quiero pelear.. fifya puede ser peligroso para el.- Suplico mientras negaba a que le dijera otra cosa más.[Porfavor].[Esto].
Este solo le miraba algo apenado, esta se hacerco para tomarlo de los hombros y poso su mejilla en la de este.- No es nuestra decisión, si no la de el y si el llega a decir que no mi respuesta será la misma, entiendes.?- Jake solo asintió derrotado pues no podía llevarle la contraria a su esposa y mucho menos pelear con ella, solo asintió mientras la tomaba de su cintura.- Esta bien..- Fue lo único que dijo para darle un pequeño beso, Neytiri sonrió a eso y se paro en busca de Tuk, esta se encontraba con su madre.
[...]
Los Sully's se encontraban jugando junto a su hermano humano, hoy era de esos días donde se juntaban y volvía a ser niños. Eran observados por Aonung que le parecía raro que jugaran como si nada con ese humano, no sabia porque estaba ahí pues ni lo pescaban y estaban demasiados concentrados jugando como niños con ese demonio del cielo. Decidió irse de ahí, solo que en silencio para no ser visto ni escuchado.
Aonung ahora se encontraba alejado de ellos, caminando sin rumbo y en sus propios pensamientos, hasta que sintió que alguien tomó de su cola.- Valla valla, miren lo que trajo la marea.- Era Entu y sus amigos, Aonung solo se solto de su agarre y negó mientras seguía caminando pero Khalo se puso enfrente de él.- Si es el pescadito, tan rápido te iras.?- Dijo mientras sonreia.
Estos lo estaban rodeando y Aonung se dio cuenta de eso.- Que es lo que quieren.- Pregunto sin rodeos mientras mantenía su distancia de esos Omaticaya, puso todo su peso en su pierna derecha mientras se cruzaba de brazos.- En verdad eres hijo de un Olo'eyktan.?? Un tal Tonowari.?- Dijo algo pensativa la única chica mientras le sonreía algo arrogante.
Aonung solo se enderezó y Lit'za solo río.- Yo me sentiría algo mal por ti pues no has hecho nada para salvar a tu clan.. se nota que no eres un gran líder.- Este río mientras era seguido por los demas, Aonung solo los miro cerio. Ya no le gustaba hacia donde estaba llendo esta conversación, ya habían mencionado a su padre.. y ahora a su pueblo. Decidió irse de ahí, Entu se dio cuenta de eso y le detuvo el paso obtuvo una mirada algo amenazante del Metkayina.- Porque no molestan a alguien más.?- Ya se estaba hartando, solo queria estar solo, acaso era tanto pedir.
Pero sintió como este lo tomo de su cintura y lo empujaba hacia un arbol, trato de golpearlo pero este la sostuvo a tiempo.- Por que eres diferente y un Na'vi que no hizo nada para salvar a su familia, a su madre.. eres tan débil que eso me dan ganas de verte sufrir y porque estoy aburrido.- Aonung al escuchar eso solo gruñó mientras sentía que el agarre de este estaba haciéndose más fuerte, trato de patearlo pero este tomó su pierna con su otra mano libre y digamos que quedaron en una pose algo malentendido, pero los demas no dijieron nada pues sabían que si decían algo Entu se enojaria.
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🥀Alone with Eywa 🥀
RandomSu gente... Sus amigos... Sus hermanos... Sus padres... Ya no estan, gracias a ellos.. Ya no los volverá a verlos reír gracias a él. Gracias a ellos.. Gracias al maldito demonio del cielo y su maldita gente. Ya no podría escuchar las risas de sus se...