Adelanto de: Capítulo I

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(La fecha oficial de publicación de este capítulo será el 01 de Junio)


Llegué tarde como de costumbre, era una manía que tenía que dejar. Bastó cruzar la puerta para verlo ya con un café en la mano. ¿Qué sería de mí sin la paciencia de este hombre? Agité la mano y me acerqué a la mesa. – Ya sé, ya sé, debo medir mejor mis tiempos –dije resignada al sermón habitual.

– No he dicho nada –fue su escueto comentario antes de su siguiente sorbo. El silencio me hizo entender que debía iniciar– Sé que odias que me disculpe, pero lamento el retraso –oí un suspiro e inevitablemente mordí mis labios. – Stefany, no le des más vueltas al asunto, cuéntame, ¿Qué pasó esta vez? –Su voz cansada me apretujó el pecho.

– Le he enviado un audio de 14 minutos explicando todo lo que he pasado con él y luego de eso lo eliminé –dije tratando de que mi voz no se entrecortara, sentí el silencio, no quería levantar la mirada, hasta que oí a la camarera– Le dejo la carta, señorita –la voz me llevó a mirar a mi acompañante– Solo un capuchino –dije casi en automático.

– Creí que habías dejado la leche porque te caía mal –odiaba sus regaños, pero estaba ahí en busca de un hombre al que pudiera preguntarle mis dudas y supiera que me iba a responder con sinceridad. – Ya te dije, deja de darle vueltas –remarcó. – Creí que estabas clara en que él no quería nada contigo y me parece haberte oído que tampoco querías una relación con nadie, y cito "Ni is ilguien di quien mi voy a inimorar" – su risa luego de aquello relajó nervios.

- Bueno, ¿qué te puedo decir? He sido víctima de mi propia mentira – mi tono dramático, usual en circunstancias incómodas, salió a flote – y es que ¿quién puede querer a un ser roto como yo? -

Su rostro adquirió cierta severidad. - Deja el drama, Stefany. Ambos sabemos que solo usas eso para no admitir que en realidad algo te afecta – podía intuir que no estaba para perder el tiempo lidiando conmigo.

- Bueno, podemos decir que tal vez terminé enamorada, pero para ser honestos, no sé lo quiero de él. He intentado odiarlo, he tenido corazones rotos y el coraje me ayudó a salir de eso, pero ¿cómo irme de alguien que no me hizo daño? – Volví a mirar al suelo como si ello me ayudara a encontrar mis pensamientos – No soy particularmente sentimental, me conoces. Pero esto ha rayado un poco mi sistema, me agrada pensar que él también está tan confundido como yo y que luego de unos días volverá. – Inhalé un poco de aire para que mis palabras no se ahogaran de nuevo – Me gustaría pensar que me lo cruzaré en la calle, le saludaré y sonreiré y él amará mi sonrisa – No puedo evitar que una risa irónica salga de mí – A veces me gusta pensar que me quiso – esa frase basta para sentir mis ojos acuosos.

- Sabes, hiciste todo mal desde el principio porque tú estabas aún sanando, y no habías ni siquiera resuelto tus emociones anteriores, pero decidiste conectar con otra persona, algo así como un clavo saca otro clavo, y no resultó – sentencia, sin consuelo ante mis recientes declaraciones. -Ya fue eso, déjalo ir, ya está roto, y quizás te guste esforzarte, pero es en vano – suena resignado ante mis lamentos.

Recojo el poco coraje que me queda – No me gusta ser débil ante nadie y tampoco me he rendido ante – siento mi cuerpo estremecerse – Quizás lo entenderías si te contara la historia, quizás sabrías por qué acabé así – digo casi como una súplica para justificar mi desasosiego.

Adelante – dice, haciendo una pausa que no me atrevo a continuar – He oído poco de esa historia, solo fragmentos. No sueles ser detallista con tus historias y te guardas muchas cosas. Hoy vine a escucharte, te conozco desde hace 10 años y sé que no me llamarías solo porque tú "casi nada" te dijo algo que tú ya sabías, él no te quiere – sus palabras suenan duras, pero sé que son reales.

Tomo una bocanada de aire, no sé en qué punto se volvió tan escaso – No sé por dónde empezar – suelto sin reparos.

- No me adornes la historia, no me des vueltas, empieza por el principio – el silencio que le sigue es mi señal.

Una frase atraviesa mi mente antes de empezar, "Me gusta tu bandana", me pregunto si alguien más ha caído con un flirteo tan básico. Una sonrisa dibuja mi rostro, el recuerdo es cálido y gracioso.

- Soy todo oídos – luego de su permiso, estoy lista para empezar.

"Estaba en una disco entre la canción de Karol G y el nuevo clásico de Shakira, cuando mi mirada se posó en un estampado dorado sobre un polo negro"

- Stefany cuando dije "no me adornes la historia" lo dije enserio – su familiar risa me llenó de calma.

- Solo haz silencio Mateo, que no se puede vivir el dramatismo así – 

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⏰ Última actualización: May 18 ⏰

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(Pensando en un nombre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora