⠀❛ 003 ❜

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Su primer día en Karasuno... Dios, qué nervios. Hinata no podía mantenerse quinto, sus feromonas salían disparadas y endulzaba cualquier lugar donde fuera. Se sentía feliz, como un pez liberado en el agua. Quería saltar y gritar, pero debía mantenerse al margen. Decidió ir a Karasuno para ser como el Mano de Fierro, su más grande sueño. En los pasillos podía sentir miradas sobre él, pensó que era normal, ver una cara nueva debía de llamar mucho la atención. Ignorando todo, se acercó hasta una chica para preguntar la dirección de su aula.

"¿Sabes dónde está la clase 1-A?" Le preguntó a la chica de cabello negro. Era hermosa, lo suficiente para ponerse de rodillas y rogarle que lo marcara como su omega, pero Hinata no caería tan bajo, no por ahora... le preguntó amablemente y esperó a recibir una respuesta que por su suerte llegó.

"Claro, debes seguir adelante, doblar a la izquierda en aquel pasillo y la primera puerta que veas será esa." Explicó mientras movía sus manos en el proceso. "Oye, antes de que te vayas ¿Querrías formar parte del club de volleyball?"

"¡Sí! ¡Muchas gracias!"

...

"¡¿Tú qué haces aquí?!" Vaya, no fue tan buena idea como esperaba.

En frente de la puerta del gimnasio estaba Kageyama Tobio, el alfa que se había atrevido a jurar que sería suyo. Muy incómodo, verdaderamente incómodo. Hinata sintió un calor en sus mejillas al recordarlo.

"Yo sólo vine por el club, ¿Y tú, lindura?" Por instinto, se acercó al omega para olfatearlo.

"¡No me llames así!" Gritó Hinata ofendido mientras trataba de alejar al alfa de él lo más lejos que podía.

De repente, la puerta fue abierta con fuerza, haciendo que ambos saltaran por la conmoción.

"¡NUEVOOOS!" Era Nishinoya, gritando como usualmente lo hacía, pero fue un grito tan escalofriante que ambos gritaron asustados.

"¡AAAHH!"

Rápidamente, las cosas se calmaron y Nishinoya los arrastró adentro del gimnasio. Ninguno se quejó, eso era lo que planeaban hacer en un principio.

"¡OMEGA!" Gritó Tanaka cuando vio pasar a Shoyo por la puerta. El de cabello anaranjado lo miró con duda.

"¿Eh?"

"¡Tanaka, no!" Gritó Daichi dándole un puñetazo en la cabeza para calmar las intensas feromonas a chocolate caliente que emitía. Daichi se acercó al omega y lo miró de pies a cabeza, reconociendolo al instante. "Eres aquel Omega de Yukigaoka... un gusto, soy Daichi Sawamura, capitán del equipo de Karasuno ¡Eres muy buen jugador!" Le dio ambas manos y tocó las suyas, sintiendo la delicada y suave piel de Shoyo. Daichi no pudo evitar mover sus dedos de más para sentir mejor la textura. Al ver el rostro lejano de Kageyama lleno de furia, dejó el apretón de manos y se acercó al alfa. "Y tú el Rey de la Cancha, un gusto conocerte también."

"Me alegra que vinieran pata unirse al club, pero... por lo que he visto últimamente en los torneos, los omegas no son muy... comunes de ver jugar voley ¿Estás seguro que quieres ser jugador del equipo? Puedes ser manager para no lastimarte tanto. " Dijo Sugawara uniéndose a la charla. Su voz era amable y tranquila, pero con palabras filosas que acuchillaron el poco ego que tenía Shoyo.

"¡Claro que quiero ser jugador del equipo! ¡S-sé que soy omega y pequeño, pero puedo saltar y controlar mis feromonas!"

"A ver, demuéstralo." Dijo Daichi con los brazos cruzados, ya sabía que el omega sí que era capaz, pero quería ver la dupla que podría llegar a formar con el Rey de la Cancha. "Tú también, Kageyama." Apuntó al nombrado con su dedo índice. "Hinata, haz el saque y Kageyama recibe." ¿Cómo carajos sabía sus nombres? Había leído el formulario que había completado cada uno para formar parte del club.

"¡Hai!" Gritaron ambos al unísono. Luego, se prepararon cada uno a lados contrarios de la cancha.

Hinata sacó la pelota con fuerza y Kageyama la recibió a la perfección, pero tan fuerte fue que acabó estallando contra el rostro de Sugawara.

"¡PERDÓN!" Gritaron ambos mientras veían con preocupación al chico de cabello grisáceo.

"¡N-no pasa nada, pero tengan más cuidado!" Habló con nervios y vergüenza.

...

Después de todo, fueron admitidos. Ni siquiera ellos sabían como, pero lo habían hecho. Hinata, al día siguiente, se la pasó intentando recibir la pelota afuera del gimnasio, cosa que fue vista por Sugawara, quien tenía una pequeña venda pegada en su mejilla.

"Vuelvo a repetir: ¡Lo siento!" Gritó Hinata haciendo una reverencia frente al mayor. Sugawara sonrió de ternura y acarició la cabellera del más joven.

"Ya está Hinata, ya pasó... ¿Quieres que te ayude a practicar?" Preguntó mientras agarraba la pelota de los brazos lastimados de Hinata. Estaba lleno de heridas por recibir la pelota con mucha fuerza, siempre se excedía practicando solo.

"¡Muchas gracias! Eh..." Se quedó en silencio, tratando de recordar su apellido, pero le fue imposible. Sugawara notó aquello y soltó una leve risa.

"Sugawara-senpai." Dijo Sugawara mientras lanzaba la pelota al aire.

Hinata la recibió y volvió a rebotar hacia su senpai.

"Oye, Hinata... ¿Por qué te noté un poco nervioso con Kageyama?" Preguntó Sugawara, indagando en aquel tema que lo traía confuso.

"Es que... es complicado, pero Kageyama supuestamente quiere cortejearme. " Admitió con vergüenza. Sus mejillas se tornaron rojas y su vista se clavó en el suelo para no mirarlo durante su confesión.

" Ah... así que era por eso." Mencionó com un semblante serio. Él también es un alfa, comprende a Kageyama. Hinata es lindo y tiene una linda actitud, pero no veía el porqué exagerar tanto ¿O no?. "No te preocupes por eso, Hinata. Es normal a su edad ser un poco... pervertido."

"¿Como Tanaka-senpai?"

"Exacto." Respondió Sugawara entre risas.

⠀❛   𝗮𝗻𝘁𝗶f͟r͟a͟g͟i͟l͟e͟   ❜ 𝓗𝓲𝓷𝓪𝓽𝓪 𝓧 𝓐𝓵𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora