IV. Guiverno

34 5 30
                                    

22 de Noviembre, 5:32 AM

Ahh, carajo... Que dolor de cabeza... Maldición, hacía donde habrá ido esa larva... recuerdo algo de un tal Pasado, Instinto y Asesinato... ¿Que será lo que me habrá dicho?... Bueno no importa, solo me importa buscar algo para comer...

Godzilla levantaría las rocas, y mientras caminaba confundido hacía la salida de la grieta sintió un olor a un delicioso trozo de carne.

Godzilla: ¡MMM!, ¿De dónde vendrá ese olor?

Girando la cabeza de lado a lado logro llegar a la conclusión de que el olor venía de una cueva que estaba tapada por una roca que obstruía la entrada. Godzilla movió con fuerza la roca, quitándola del camino, logrando entrar a la cueva:

(POV de Godzilla)

Una cueva extensa, con una gran cantidad de oscuridad, con pintas de Meseta, unas paredes rocosas de un color rojizo como la arcilla, adentrándose tras la oscuridad se encuentran rastros de restos de otros kaijus que no parecían ser de la especie ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una cueva extensa, con una gran cantidad de oscuridad, con pintas de Meseta, unas paredes rocosas de un color rojizo como la arcilla, adentrándose tras la oscuridad se encuentran rastros de restos de otros kaijus que no parecían ser de la especie de Godzilla. También había unas marcas de manos de kaijus, lo curioso es que aparentemente los kaijus que hicieron estas marcas tenían unas garras enormes comparadas a las palma de sus manos.

Godzilla: Fascinante... ¡Ah!, bueno a lo que venía.

El kaiju siguió el olor entre la oscuridad hasta llegar a una zona más abierta en donde vio al gran trozo de carne que andaba buscando.

Godzilla: Ahí está.

El lagarto se agacho para recoger el trozo, pero apenas tuvo la palma de la mano cerca, giro la cabeza hacia arriba viendo unas pupilas amarillas que le miraban fijamente.

Godzilla: ¿Y tú qu-

Rápidamente, la otra criatura agarro el trozo de carne y parecía correr hacía la salida de la cueva.

Godzilla: ¡Ey!

El lagarto persiguió al otro kaiju, hasta que este último cayó al suelo tapándose los ojos por la fuerte luz que venía de afuera de la cueva. De paso soltando el trozo de carne.

Godzilla rugió, por lo que el kaiju agarró el pedazo de carne, mientras se arrastraba hacía la pared y posteriormente apegarse a ella. Mientras que abrazaba con gran firmeza al trozo, viendo como Godzilla se acercaba lentamente.

Godzilla: Suéltalo...

El lagarto, ya estando cerca del otro kaiju, pudo ver sus rasgos más detenidamente: Tenía un color de piel mucho más rojo que el de la cueva, unos grandes ojos negros con pupilas amarillas al igual que él, unas garras casi amarillas, unas orejas que al parecer se podían retraer hacía adelante y atrás.

Godzilla: "Perdidos en el Espacio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora