Mallorca
Pasados los días, los niños comenzaron a llevarse bastante bien.
Al día siguiente se celebraría la boda. Leire se encontraba con Lucía, tranquilizándola. Mientras que Adrián y Jack estaban cuidando de los niños en la playa.
- Chicos, ¿queréis ir al agua?- les preguntó el primero.
- No, hay tiburones...- se quejó su hija.
- Cielo, aquí no hay tiburones. Los tiburones están durmiendo.
- Entonces sí.
- Yo no sé nadar.- se quejó el niño.
- No te preocupes, trajimos un flotador enorme.- explicó el amigo.
- Yupi.- gritaron los niños.
- ¿Tus padres no te enseñaron a nadar?- le preguntó Halley a Thiago.
- Solo tengo mamá y donde vivimos no hay playas.
- Ah, vale.
- Venga peques, vamos al agua.- gritó entusiasmado Adrián.
- Yo voy a llamar a Lu antes.- les avisó Jack.
- Vale, te esperamos en el agua.
- Perfecto.
Se inclinó hacia la bolsa y marcó el número de su prometida.
- Hola cielo.- saludó ella.
- Hola, ¿qué tal?
- Bien, estoy con Lei. Nos están haciendo un masaje genial. ¿Y tú?
- Cuidando de 3 niños.
- ¿3? Hall y Ty son 2, no 3.
- Adri también cuenta.
- Cierto.- dijo entre risas.
- Tengo ganas de verte.
- Pues tendrás que esperar hasta mañana, porque si no da mala suerte.
- Lo sé... Pero no aguanto.
- Creo que en vez de ser 3 niños sois 4.
- Ja, ja. Qué graciosa.- exclamó sarcásticamente.
- Bueno cielo, te voy a colgar porque me están haciendo un masaje increíble.
- Ya verás el que te voy a hacer yo mañana.
- Lo estoy deseando.
- Adiós Lu.
- Hasta luego.
Ambos colgaron el teléfono. Él lo dejó de nuevo en la bolsa y corrió hasta la orilla donde estaban los demás.
Pasaron la tarde en la playa hasta que el sol comenzó a esconderse detrás del horizonte.
- Chicos, vamos a cambiarnos para ducharnos en el hotel y poder ir a cenar.- informó Jack.
- Jo..- se quejaron los niños.
- Jack tiene razón, si esperamos más tiempo os va a coger el frío y os váis a enfermar. ¿Queréis poneros enfermos?
- No.- contestaron a la vez.
- Pues vamos a cambiarnos.
Todos salieron del agua y caminaron hasta el hotel. Cuando llegaron a la planta en la que estaban alojados fueron hasta la puerta de Leire.
- Un momento, estoy en la ducha. Salgo ahora.- gritó la chica desde dentro. Un par de minutos más tarde salió con la toalla enrollada en el pecho con las gotas de agua recorriendo su parte del cuerpo descubierta.- Hola chicos.
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Todo comenzó con una boda
RomanceAdrián y Leire se conocían desde los 4 años. A los 17 se hicieron novios, pero debido a que la chica se tuvo que ir a estudiar a 2500km de él, la relación se descontroló y 3 años más tarde se dicen adiós, pero.. ¿para siempre?