𝗙𝗜𝗥𝗘𝗪𝗢𝗥𝗞 ★̷ 𝘼𝙉𝘿𝙏𝙀𝘼𝙈

𝙨𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙤𝙨 𝙥𝙡𝙖𝙩𝙤𝙨 ── ғᴜᴍᴀ

El corazón de Fuma dolía cada vez que el actual novio de su amiga la trataba como la misma basura, aunque a ella parecía gustarle tanto.

Apenas eran un par de adolescentes que cursaban el último grado del instituto, Fuma y Haruka se conocían desde pequeños, tanto que Fuma sabría reconocer cuando la castaña estaba triste o feliz, él la conocía tan bien, la leía tan bien.

Su novio, Nishimura Riki, aquel infeliz, siempre uso a Haruka para divertirse con lo enamoradiza que podría ser su amiga, lo boba que podría verse, Nishimura solo sabía reírse de ella junto a sus amigos.

Cuando Riki se atrevió a humillar a su Haruka frente a todo el instituto, terminando su relación públicamente y confesando que nunca la había amado, y de hecho fué una apuesta con su mejor amigo.

Ese día Fuma le había dejado claro de una forma un poco violenta que no lo quería volver a ver cerca de ella.

Haruka se encerró en su habitación durante dos semanas enteras, sin tocar el mundo exterior incluso si sus amigos la visitaban y le rogaban mejorar, Haruka había derramando cada lágrima por él y Fuma odiaba no ser él quien pueda darle consuelo, pues de hecho ella parecía estar evitandolo.

── ¿Se enteraron? Haruka vuelve hoy ──

Fuma se sentía mal de ver como no podía protegerla, no pudo protegerla del corazón roto que dejó Nishimura y no era capaz de protegerla de lo que todos decían sobre ella, comenzaba a sentir que no era bueno para ella.

── Ahí viene ──

Todas las mujeres se veían emocionadas de poder hablar mal sobre Haruka, y los hombres se reían en su cara mientras caminaba por el pasillo, todos pensaban lo mismo era una idiota.

Aunque sus ojos se vieran al frente Fuma lo sabía, ella estaba tan triste y destrozada, por lo que terminaría llorando en las gradas del patio trasero.

Las clases comenzaron a ser tediosas, Fuma esperaba con ansias a que termine todo para salir y buscar a Haruka, él pensaba que tal vez ella lo necesitaba, tal vez ella pensaba en él.

Los ojos del mayor se colocaron en la silueta de pie sobre el marco de la puerta.

Haruka.

Los ojos de la menor estaban llenos de lágrimas, lágrimas que aquel hombre había provocado y no se encargaría de limpiar.

── Haruka ── La voz del castaño se había quebrado, verla tan frágil era lo peor que podía presenciar.

Pero algo dentro de Fuma se sentía diferente, ya no tenía la necesidad de limpiar sus lágrimas, ya no estaba seguro de querer protegerla entre sus brazos.

Murata Fuma se había cansado de ser el segundo plato.

── Fuma ── Los brazos de la azabache rodearon su cuerpo, pero algo era diferente, Fuma no se lo había imaginado así.

El mayor la rodeó entre sus brazos por puro compromiso, soltando un suspiro cuando la azabache entrelazó su mano con la suya, no lo había imaginado así.

── Haruka ── Murmuró el castaño separándose suavemente de sus brazos y soltando su mano.

── Quédate conmigo un poco más ── Suplicó la menor mientras se acercaba al rostro del más alto.