1. Poniendo los puntos

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Shipp 1: Marcos Rojo x Enzo Pérez.

"Donde Marcos le pone los puntos a Blondel"

Las juntadas del plantel de Boca siempre eran buenas, pero cuando incluían a las parejas, las cosas cambiaban un poco ya que muchas veces eran de otros clubes.

La verdadera sorpresa fue Marcos Rojo. Fue saber que Marcos Rojo, fanático de Boca, estaba en pareja con un ídolo de River.

Estaba en pareja con Enzo Pérez, que era igual o más fanático que él, pero de River.

Y, claramente, a la mayoría le cayó mal eso. Y aunque lograron acostumbrarse, ya que cuando caían de sorpresa a lo de Marcos siempre estaba Enzo, no significaba que les gustara. Los que más lo habían aceptado y más burlas habían hecho fueron, para sorpresa de nadie, Chiquito y Javi.

Algunos no ocultaban su desprecio hacia Enzo, pero éste hacía oídos sordos y se concentraba en la conversación que mantenía en ese momento con tal jugador, mientras Marcos fulminaba con la mirada al compañero suyo que había hablado mal de su novio, y lo agarraba de la cintura para atraerlo hacia él.

—Ojito con lo que decís —le decía, mientras Enzo le daba besos para calmarlo, lo que provocaba la burla de varios.

Esa noche, recién estaban llegando y se estaban acomodando. Como la mayoría de las veces, la juntada era en lo del capitán (quien no había dejado que Enzo saliera con Zuqui, Ascacibar y Sosa, ya que quería que esté con él).

—Che, alto buzo —comentó con burla Cavani al entrar mientras saludaba a Enzo.

—Dejalo, Edinson —saltó Marcos.

—Sabía no te lo habías comprado para vos cuando estábamos comprando cosas en Inglaterra —le dijo Edi a su amigo.

—Ah, bueno, internacional tu buzo, amigo —le dijo Saracchi a Enzo, quien rió.

—Sí me lo compré para mí, ¿no ves que le queda gigante? Él me los roba —fue la respuesta de Marcos a Cavani, antes de agarrar a Enzo y sentarlo sobre él.

—¿Por qué hacés eso si cuando toquen la puerta voy a tener que ir a abrir? —le preguntó Enzo.

—Porque quiero a mi novio conmigo —respondió Marcos, sonrojando a Enzo.

—Cuando se casen yo soy el padrino —saltó Edinson, pero no le dieron bola.

Los salvó la puerta, y Enzo fue a abrir. Sabía comportarse, sabía cuándo cargar y cuándo olvidarse de las camisetas, y en una habitación llena de bosteros lo mejor era la segunda opción. Además, ahora estaba en Estudiantes.

Abrió, y su sonrisa se borró al ver a Blondel del otro lado. La tensión aumentó de repente, mientras Lucas pasaba por su lado sin siquiera saludarlo, lo cual no pudo importarle menos a Enzo.

No se llevaba bien con Blondel, después de todo, antes de ser pareja era al que más se cogía Marcos. Y no tenía miedo de que su novio lo engañe, sabía que eso no iba a pasar. Simplemente, odiaba que Blondel, sabiendo que su capitán tenía pareja, le coquetee y se le insinúe cada vez que lo vea. Él era celoso y no se bancaba cosas como esas.

Intentó cerrar la puerta, pero en el último segundo, Chiquito Romero y Luis Advíncula se metieron rápido.

—¿Nos querés dejar afuera ahora? —fue el saludo de Chiquito, abrazándolo.

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