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Mimi-chan y Nana-chan eran las mejores, costó un poco de trabajo que ellas se quisieran hablar con él y tener más confianza pero al final de la primera semana ya hacían todo juntos,ahora eran sus hermanas menores.Antes nadie de su edad quería jugar con el, solo lo buscaban para lastimarlo pero con es diferente, ellas querían estar a su lado sin herirlo.

Esa mañana estaba preparando  Wafles para todos. Ya le habían dicho que no era necesario que lo hiciera en otras ocasiones pero él estaba feliz con hacerlo, sentía una felicidad inmensa al ver a otras personas disfrutar lo que él preparaba.

Ya estaba acomodando la mesa cuando escucho pasos bajar por las escaleras. Es el señor Suguru

—Al menos debiste dejar que preparáramos la mesa,Harry— ahora a su lado lo mira un poco mal pero dejando ver su sonrisa, le acarició el cabello y fue a las escaleras otra vez— Despertaré a las niñas.

Harry es muy feliz, él lo jura.
Pero por alguna razón siente que algo le falta.











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—Harry está bien si esa es tu duda— fue lo primero que dijo al sentarse en la mesa del café donde quedo con Satoru.

Satoru lo miró dos veces con sus hermosos ojos como dudando que estuviera ahí.
—Realmente viniste— tomo de su frappe moka con triple caramelo.
Su gusto extremo por el azúcar nunca cambiaría, de eso estaba seguro.

Ninguno de los dos habló, ambos querían apreciar este sentimiento de acompañamiento por un momento más.

— ¿Como encontraste a Harry? Lo busqué por mucho tiempo.

Una pequeña mueca se mostró en su cara.
— Eso será en lo único que agradecería a los viejos sin quehacer, si no hubieran desconfiado de ti, nuestro pequeño hubiera muerto del frío en ese callejón.

Saturo mostró una mueca, la cual no sabía por cuál de las palabras la había hecho salir, el nuestro o el muerto. O tal vez ambas.

—Gracias...— ahora lo miraba directamente con esos brillantes gemas con una mirada que demostraba lo mucho que esto significaba para él.

Resopló y sonrió.

—Pero... tienes que regresarlo a donde pertenece.

Le llegó una punzada de dolor al corazón...sabía que no podría quedárselo para siempre, pero escuchar que estaría más lejos que cerca era difícil de oír.

Suspiro pesadamente sacando un poco de su dolor, Satoru movía sus dedos sobre la mesa como su muestra de su estrés, podía ver los engranajes de su cabeza moviéndose.

—Tranquilo — puso su mano sobre la contraria. —Ya lo sé...

Satoru dejó de moverse y por imposible que pareciera se puso más pálido. ¿Porque reacciona asi?
—Harry es un Zenin ¿no?

Satoru suspiro, aparto su mano y miraba a la mesa derrotado.
—No a cualquier Zenin... Zenin Toji ahora...

—Fushiguro...Toji— Fue como si un balde de agua fría le recorriera la espalda, la sorpresa no cabía en él.Por esa razón  le costaba tanto a Satoru decírselo.

La persona...
La persona que había asesinado a Riko-chan...
Fushiguro Toji es el padre de su pequeño Harry.

Pero ¿Cómo es que Satoru lo sabía ? ¿Y cómo sabiéndolo quería que Harry fuera con el?
—¿Quieres llevarlo con ese asesino?
La sangre le hervía pero se calmó por la sorpresa de que una mirada asesina fuera dirigida a él .

—¡Pues tú no eres mejor!

—¡Yo tengo una misión!¡un sueño! Ese bastardo solo asesina por unos cuantos dólares! 

Cada vez levantaban más la voz sin notar la escena que causaban. 

—¡No estoy diciendo que lo que hagan ninguno de los dos está bien!¡Pero su trabajo no lo cambiarte en un mal padre!¡Como tú con esas pobres niñas! —

Se le entrecortó en poco la respiración, la información siempre viaja demasiado rápido.
—¿Como-... Alguien más lo sabe?

Los dos respiraban rápidamente tratando de recuperar el aire perdido.
—No... en cuanto lo supe, quemé la evidencia. Ellas merecen tener una vida pacífica.


Estaba agradecido con Satoru, su alma pudo descansar de nuevo.












-


—¿y si él se entera y viene por nosotros? —

Un par de hombres con capucha negra miraban directamente una casa escondidos en la oscuridad.

—¿Qué más nos queda? El nos quitó todo interrumpiendo en nuestro culto y haciendo lo que quiere. Ya no nos queda dinero ni seguidores... solo venganza.

Se acercaron silenciosamente a la puerta forzándola a abrirse, habían seguido atentamente a los guardias, sabían que después de las 9 en algún momento el que vigilaba la entrada se movía 5 minutos para fumar y esa era su oportunidad.

Si no podían vengarse con el propio Suguru Geto, tenían otras tres personitas para hacer.






-

Harry se despertó al escuchar los sonidos que venían de abajo ¿El Señor Suguru ya había llegado?
Bajo de la cama y se puso sus pantuflas de conejito. Pero se detuvo.

La puerta de su habitación se estaba abriendo lentamente...estaba entre abierta, no podía ver nada del otro lado solo había oscuridad.

Sintió un aire frío por el cuerpo, empezó a sudar y temblar.
Él no podía verlo pero sabía que algo estaba ahí abservandolo.

—¿Señor Suguru? — susurró esperanzado.

Quiso soltar un grito, ahí habían un par de ojos mirándolo fijamente, no parpadeaban. No eran los ojos oscuros y amables del señor Suguru.

—¡AYU-! ¡Mhm!— había intentado gritar pero el hombre entró con grandes zancadas y le cubrió la boca.

—Tranquilo...—arrullaba el hombre— todavía no es momento de gritar...cuando lleguemos a nuestro lugar especial podrás gritar todo lo que quieras~ .

Todo se volvió negro.














Nota de la autora:



Hola!!! ¿ Cuánto tiempo no?

Uffff he estado muy ocupada y creo que en los meses siguientes estaré más.

¿Como que 460 horas de prácticas para graduarme ? Jajaja no quiero...

Bueno ¿qué les pareció el cap?

Los amo❤️ besos 💋 para

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⏰ Última actualización: Jun 09 ⏰

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