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Irene Velard, una chica común que solo había tenido una amistad en su vida, solo había recibido la despedida de sus padres el día de su funeral, su única mejor amiga, Olivia Castro, había desparecido de la faz de la tierra como si la misma se la hubiera tragado, no contestaba llamadas, su casa tenía el cartel de "Alquiler" y no tenía padres, pues habían fallecido el año anterior en un accidente de auto.

Olivia era un nombre que la familia Velard no queria escuchar nunca más, la casa de Irene fue vendida tras unos meses y su familia se fue a vivir al campo, pues ahora eran dueños de varias hectareas, que en un principio estaban destinadas a ser de su difunta hija.

Irene era una chica graciosa, irradiaba felicidad a donde fuera, sus padres se habían reído una última vez antes de dejar vacia su habitación, que como siempre estaba completamente desordenada y se notaba que la chica ese día realmente se había esforzado en arreglarla sin éxito.

??? POV:

Abrí mis ojos, sin saber donde me encontraba, sin duda no era mi hogar..., ¿Por qué no había recibido llamadas de mis padres?, incluso Olivia se preocupaba cuando iba a un lugar sin ella.

Todo a mi alrededor era blanco, estaba en una habitación pequeña, sin ventanas, casi como una celda, me levante exaltada al sacar es conclusión, ¿acaso me habían secuestrado?, sentí el piso frío bajo mis pies, estaba descalza y llevaba un vestido simple color blanco, busque una salida en la habitación, arremetí contra ella sin pensarmelo dos veces, si estaba trabada como esperaba, solo me dolería un poco y ya. Sin embargo recibí una gran sorpresa cuando me caí al piso, que llevaba a unas escaleras de piedra, después de eso había un enorme vacío rodeandome, sin dudas debía de ser un sueño, titubee un poco antes de bajar, ¿que sentido tenía si podía simplemente esperar a despertarme?, me senté unos instantes.

—Jamás tuve un sueño así de raro, ¿será que algo me preocupa? —me quedé reflexionando quién sabe por cuanto.

Me había aburrido tanto que sentía ganas de dormir...

—No debería tener sueño adentro de un sueño, eso no tiene sentido...

Mire mis manos, cinco dedos en cada mano, esto no era un sueño, incluso podía sentir frío por estar descalza,  pero si no estaba despierta, ¿dónde estaba?

Decidí bajar dejando atrás esa extraña habitación blanca.

Olivia POV:

La casa estaba llena de cajas, hacia semanas que se había mudado pero a duras penas había abierto las que contenían sus cosas personales básicas y una de las cajas de libros.

—Olivia, ¿no? —le sonrío amablemente un chico en el ascensor mientras ella levantaba una caja que contenía una licuadora nueva y en otra bolsa llevaba comida y utensilios para la cocina.

—Sí, nunca había visto a nadie desde que me mude.

—Me llamo Ian, soy tu vecino.

—Un gusto Ian —sonrío.

—Trajiste muchas cajas, ¿vivís sola?

—Sí, vivo sola, pasa que vendí mi otra cas y el departamento no es tan grande —respondo algo nerviosa.

—Uy sí, a un amigo le pasó lo mismo, lo mejor es vender lo que ya no sirve, si no acumulas más.

LLegamos a nuestro piso y bajamos.

—Nos vemos entonces Olivia, si necesitas algo podes tocarme timbre.

—Gracias Ian.

Entro a mi casa y me dejo caer sobre mis pies, apoyada contra la puerta, cierro los ojos por unos instantes, cuando los abro, las cajas están ahí, suspiro, no tengo ganas de sacar las cosas ahora, estoy demasiado cansada.

Dejo mis llaves en un gancho y dejo las cosas en la cocina, tenía que ir nuevamente a la universidad, no podía faltar en mi primer día, menos cuando apenas y conocía una parte del lugar, por suerte, ya era casi viernes y no tendría que pensar nada al respecto hasta el lunes por la mañana

??? POV:

Llevaba varias horas bajando por aquellas escaleras, si embargo el final parecía no estar ni cerca.

—¿Será una alucinación? —me recuesto en las escaleras, mis piernas están agotadas de tanto bajar, cierro mis ojos unos instantes.

Vuelvo a abrir mis ojos, el ver que no estoy en la habitación blanca me recuesto feliz, para ver la pendiente de escaleras que tengo por delante, intento pararme pero mis piernas duelen demasiado.

—¿Por qué estoy acá?, no sé que paso el día que me desperté en la habitación blanca— intento forzar mi mente a recordar mientras bajo pero no consigo traer nada a mi mente.

Solo pienso en una cosa, mi habitación, me había ido de mi casa sin terminar de ordenarla, me reí de solo pensar en la reacción de mis padres cuando volviera a casa, si ya era algo grande para dejar la pieza desordenada, pero había intentado con todo, incluso mis padres me habían ayudado, pero en tan solo unas horas todo volvía a estar como antes.

—Extraño estar en casa, si estuviera ahí seguro que podría llamar a Olivia para que me defienda con mis papas —me rio por unos minutos —, ahora que me pongo a pensar desde que entre en esta especie de ilusión que no me rio, ni siquiera se que hora o que día es..., mi familia debe estar muy preocupada pensando que me secuestraron y yo estoy sentada en una escalera, riendome...

Continue bajando las escaleras haciendo el menor esfuerzo que podía, mis piernas dolían demasiado, no iba a poder bajar tanto hasta que me recuperará, debía apurarme...

Olivia POV:

Cuando sonó la alarma de las ocho de la mañana ese sábado supe que era un recordatorio, habían pasado cuatro meses desde ese día. Me puse mi mejor vestido y me maquille, cuando salí me crucé con Ian en el ascensor, tenía ojeras enormes y estaba leyendo un libro de anatomía.

—Hola Olivia —sonrio a pesar del cansancio, miro por un instante mi ropa —, te ves bien, ¿pero no es muy temprano para salir con alguien?, te juro que me quedó dormido si me pasa algo así, bromea.

—No voy a salir con nadie, ni loca arreglo para un sábado a la mañana, tengo un compromiso muy lejos de acá y no puedo posponerlo.

—Qué chica responsable, bueno, no te distraigo más con mi charla, vengo de una guardia estoy muerto—se rie.

—Nos vemos Ian.

Me subí al ascensor y presione el botón de "Planta Baja".


El primer amor de mi adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora