Hoy estaba entrenando a las chicas ya que en dos días es la final y Matias entro, sentí una linda sensación, pero rara a la vez, porque me cae mal a si que es algo confuso. Empezamos a hechar reta y cuando yo pase corriendo con el balón por donde el estaba me grito:
-Venga mi amor ¡Te amo!Me dio tal pena que asta falle mi canasta, ¿y sabes que es fallar un canasta? Me dolió, en fin terminamos el entrenamiento y rápido me retiré para no toparme con el.
No me lo van a creer, hoy es sábado y tuve mi partido de básquetbol, nos fue mal, al parecer jugar en una cancha en la que nunca habíamos jugado nos afecto, tanto entrenamiento para nada, espero que el partido de venida nos valla mejor, espero. ¡Pero eso no es el punto! Cuando llegamos al auditorio, espéramos un rato en lo que nos abrían la puerta y mientras tanto llegaban otras integrantes y cuando llego Caro llego acompañada de Matias, no lo podía creer el mal llegaba a mi,
*¿que siempre me lo tengo que encontrar?* -pense moviendo mis ojos.
-¡¡¿Que onda?!! ¿ya listas? -Me sorprendió su seguridad
-Si ya, ¡vamos con todo! -le respondieron
-Hola mi amor -Se acerco a mi y me dedico una sonrisa
-Hola amigo -le conteste volteando la mirada y me aleje
-Ya pueden pasar -Nos dijo un señor que aparecia por la puerta
Luego de eso entramos y después Matias ya no me volvió a hacer caso