Three

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Minho amaba a su novio Jisung, y el también lo amaba, pero muchas veces se sentía sofocado por la rutina, en especial si de sexo se hablaba.

Necesitaba probar algo nuevo, algo distinto, y cuando le dijo eso a Minho, él estuvo más que de acuerdo e inmediatamente los dos pensaron en ti.

Ambos sabían que tú sentías atracción hacia ellos, pues una vez se los confesaste, pero no creías que te llamarían para eso.

Esa noche ambos te besaron y te follaron por separado, creíste que eso era todo y ya te estabas disponiendo para irte a dormir.

"Oh nena, ¿Creías que eso era todo?"

Fue lo que te dijo Jisung cuando noto que te querías ir a dormir.

"Pobre bebé, tan cansada, te prometo que solo será una ronda más, ¿Si?"

Fue lo que Minho dijo a tu oído mientras te acariciaba lentamente tu coño desnudo.

Jisung sonrío ante la vista, tomo el bote de lubricante y vacío el suficiente para poder cubrir su pene y el de su novio.

Cuando terminó de lubricar sus penes se dispuso a colocarte encima de él.

"Tú eres mejor en esa área que yo amor, ¿Podrías encargarte de allí?"

Le dijo a Minho, quien asintió entusiasmado y se colocó a tus espaldas, mientras Jisung te penetraba el coño sin aviso alguno, gemiste ante la repentina intrusión, pero tú gemido se vio ahogado cuando Minho entro de una fuerte estocada en tu lindo ano.

No creías lo que estaba pasando, estabas intentando formular una mínima frase coherente, pero no podías, te sentías embriagada por esos grandes penes que ahora mismo te follaban casi sin compasión.

Parecías un juguete sexual ahora mismo, y eso era lo que más te excitaba, que te usarán para obtener su propio placer.

Ambos mantenían un ritmo constante al que le combinaban unas cuantas nalgadas.

Gemias tan alto que Minho tuvo que poner su mano alrededor de tu garganta para callar un poco tus bonitos gemidos, no quería tener problemas con sus vecinos.

Al notar su mano en tu cuello y la leve falta de oxígeno te excitaste más, aunque no tanto como Jisung, quien no se pudo contener y aumento el ritmo de sus estocadas mientras te besaba y cuando les faltaba el aire besaba a Minho.

Unos cuantos minutos llenos del ruido de sus pieles chocar entre si, un leve chapoteo y tus gemidos semi ahogados más y los tres se liberaron.

Al terminar los tres estaban tan agotados que ni siquiera pensaron en limpiarse o cambiar las sábanas, por lo que solo se dejaron caer en la cama y durmieron abrazados.

Despertaron todos pegajosos y cansados, pero eso no impidió que repitieran parte de lo último de su noche en la ducha.

Let's fuck Stray Kids +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora