Immer Sie - KyuMin-

Chapter 2~

- No puede ser...

-Kyu...

SungMin se detuvo frente a la puerta de la habitación en donde se encontraba el cuerpo de KyuHyun.

Sería una gran mentira decir que se encontraba tranquilo, porque en realidad no lo estaba. Menos aún al saber que entraría solo en primera instancia.

El castaño que había entrado junto a él de la mano, había decidido esperar en la sala de espera que no se hallaba muy lejos. Al parecer el miedo al ver su propio cuerpo tendido en una cama, en quién sabe qué condiciones, pudo más.

El bajito trató de armarse de valor soltando un suspiro. Ya tenía al menos cinco llamadas perdidas por parte de Henry, quien de seguro ya se encontraba dentro de la sala.

Posó su mano en la perilla y la giro con una lentitud exasperante, como si ésta fuese del material más pesado del mundo. Asomó su cabeza dentro de la sala, y lo primero que vio fue la espalda de un decaído Henry, quien tapaba con su cuerpo el rostro del cuerpo de KyuHyun.

-Hasta que al fin te dignas a llegar.- murmuró el menor observándole de reojo- Sólo queda una hora de visita y pensé que no vendrías.

-Yo... me perdí cuando venía hacia acá. Nunca había venido a este hospital.- comentó con una risita nerviosa.

-Ya veo.- murmuró nuevamente.- ¿Te quedarás la hora completa allí parado? ¿O te acercarás para ver a KyuHyun?

SungMin tragó saliva con dificultad ante esas preguntas. Claro que se acercaría a KyuHyun porque necesitaba saber cómo se encontraba; pero el latido descontrolado de su corazón le indicaba que aún no se encontraba preparado para ello.

-El tiempo pasa rápido.- incitó Henry.

El bajito suspiró nuevamente y con pasos temblorosos se acercó hasta la camilla. Mantenía su vista fija en el suelo, sin atreverse a ver el cuerpo del otro aún.

-Yo me retiro.- informó el de mejillas rellenitas mientras se acercaba a la puerta- Sé que es duro verlo así, pero sólo podemos rogar porque se recupere.

SungMin mordió instantáneamente su labio inferior ante las últimas palabras del chico. ¿Es qué estado se encontraba KyuHyun? ¿Acaso era muy malo?

Levantó su vista sin pensarlo mucho más, he instintivamente llevó su mano derecha hasta su boca por la impresión.

En aquella camilla el cuerpo de KyuHyun se veía casi irreconocible. Sus ojos estaban hinchados, su rostro tenía múltiples golpes y heridas aún abiertas; y además, se notaba que tenía varios huesos rotos por los yesos que veían en diferentes extremidades.

-No puede ser... -escuchó detrás suyo, notando recién en ese instante que el castaño había ingresado silenciosamente.

-Kyu...- murmuró sin poder evitar las lágrimas- Todo estará bien, tranquilo.- dijo a modo de consuelo.

-Me destruyeron.- murmuró sin apartar la vista de su propio cuerpo.- ¡Ese hijo de puta me destruyó!- gritó furibundo.

-Por favor, tranquilízate...

-¡Mira como me dejó, Min!- gritó nuevamente.

-Estarás bien, Kyu. Saldrás adelante y sólo será un mal recuerdo.- dijo desesperadamente.