𝐖𝐀𝐍𝐓

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Había pasado un mes desde que los amantes aclararon sus mayores preocupaciones de aquel momento, lamentablemente después de eso la salud de Sugawara empeoró drásticamente pues la lluvia no lo benefició en nada, actualmente un 95% era oxígeno de la máquina y un 5% de su propio esfuerzo, no duraría casi ni un minuto sin aquella bomba de oxígeno, no podía ya levantarse de su cama, siquiera formular palabras pues hasta eso le dolía, aun podía articular sus dedos así que él escribía lo que necesitaba o quisiera decir y Daichi le hablaba.

𝗦𝘂𝗴𝗮 💕

Precioso mío, ¿Me traes un poquito de agua?

— Claro que, por ti lo que sea corazón.

Con esto Daichi le dió un beso corto en los labios y salió de la habitación en busca de agua, pues la que había dentro se había acabado, mientras iba a la cafetería paso al lado de unas enfermeras y hubiera pasado de largo sino hubiera escuchado un Sugawara, a lo que intento disimular para escuchar.

— Dicen que el paciente de la 102 le queda como mucho dos meses, al menos podrá llegar al siguiente año.

— Me da bastante pena, según escuche cuando era adolescente jugaba voleibol y llego a las nacionales, es triste que haya terminado así.

— La vida es muy injusta, no me gustaría tampoco saber como le afectara al chico que viene a verle todos los días.

Daichi no pudo seguir escuchando aquella conversación, solo quería volver rápido con su amado, compro una botella grande de agua para que no le hiciera falta en los siguientes días pues el chico no tomaba mucha agua, con eso casi que corrió hasta la habitación para encontrar a un enfermero cerca del su chico.

— Hola Sawamura, le estaba haciendo el chequeo diario a las maquinas por si acaso pero esta todo en orden.

— Gracias doctor. — Con esto el doctor salió del sitio y Sawamura sintió su teléfono vibrar.

𝗦𝘂𝗴𝗮 💕

Acuéstate aquí conmigo
Quiero mimos
😿

Con una sonrisa en el rostro Daichi se acosto con su chico mientras le daba caricias en la cabeza, encendió el televisor que tenían en la habitación para poner la película favorita de Suga, "The notebook" juraría que desde que conoce al chico se ha visto esa película más de 20 veces.

𝗦𝘂𝗴𝗮 💕

Sabes porq es mi película favorita?

— Dime Lindo. — Sonrió Daichi para darle toda la atención a su chico.

𝗦𝘂𝗴𝗮 💕

Porq me gustaba pensar que
Como en la peli
A pesar de los acontecimientos y de que llegara a conocer a otras personas
Terminaría estando
Con el amor de mi vida, o sea
Contigo 💕
Te amo Sawamura Daichi.

— Y yo te amo más a ti hermoso. — Con esto el capitán comenzó a llenar la cara pálida de su ¿Amigo? No, no eran amigos, no se podrían definir amigos ya que no lo son, eran más, estaba claro que se amaban y que fácilmente podrían ser novios, sin embargo la situación es lo que tanto los asustaba a ponerse aquella etiqueta, al final el calor de sus cuerpos los termino arrullando y se quedaron dormidos en los brazos del otro.

— Daichi. — Alguien susurraba intentando no despertar al enfermo, el nombrado se había despertado llevando un puño a sus ojos para rascarse suavemente, se había dormido, ya era el día siguiente, levanto su vista para encontrarse a alguien vestido de manera elegante y con el pelo recogido por su largura.

— ¿Asahi, que haces aquí? — Pregunto el capitán confundido pues no sabía ni la hora ni el día en que estaban.

— Daichi, salgamos para hablar mejor. — Con eso ambos salieron al pasillo así dejando a Suga dormir tranquilo.

— Verás Daichi, ya que hoy es 24 de diciembre quer-

— ¡¿Hoy es 24?! — Grito sin querer.

— Si, hoy es 24, bien, quería traer este regalo para Suga y este para ti, pero es más bien para tu cumpleaños.

— Oh vamos Asahi, si ibas a traernos cosas al menos haberme traído el doble regalo. — Entre risas hablaron un rato hasta que a Daichi le llego un mensaje de Suga preguntando donde estaba.

— Entremos, Suga ya despertó.

Con esto ambos entraron a la habitación para encontrarse con el enfermo.

— Hola Suga, perdón por no venir, estuve ocupado desde hace unos días, sino hubiera venido la semana pasada.

Normalmente los chicos del Karasuno suelen ir a visitarlo una vez por semana a excepción de Hinata quien se encontraba en Brasil y Kageyama lo tenía algo difícil pero había ido a verlo unas dos veces, Sugawara amaba ver jugar a Kageyama por la televisión junto con su amado, disfrutando del tiempo con el y viendo como uno de sus niños cumplía su gran sueño.

Cuando Asahi se fue, después de unas tres horas de charla y risas, la enfermera trajo la comida de Suga, estaba cortado en pedazos diminutos para que este no tuviera que esforzarse mucho, le habían propuesto darle la comida por un tubo sin embargo este rechazo ya que "No se quería sentir tan inútil de lo que era" así que se lo daban bien cortado y Daichi se lo daba en la boca.

Y así pasaron la tarde, había un partido de Italia contra Brasil, pero Suga, al reconocer ese pelo naranja a través de la pantalla, emitió una emoción que hasta Daichi notó, era Hinata quien jugaría en el brasil contra Italia, con esto a los chicos se les hizo el final del día, quienes se quedaron despiertos hasta que fuera el inicio del siguiente día, 25 de diciembre.

— Feliz Navidad corazón, tienes varios regalos, te han traído, Tsuki, Asahi, Noya desde Egipto te envia, Tanaka y Kiyoko, Kageyama y yo.

Con esto el de pelo blanco abría los regalos como podía hacerlo sin embargo en sus ojos siempre hubo ese brillo característico de el, hasta que llego al de Daichi, al abrirlo había una cajita y este en su interior tenía un collar con la inicial "D" de Daichi y al lado otra con la inical "S".

— Verás, tú llevaras y yo, la tuya, ¿Que te parece?

Dijo mientras agarraba la inicial "D" y se la colocaba a su chico, cuando lo volvió a ver este estaba llorando pues le parecía demasiado lindo, Daichi depósito un beso tierno en sus labios para ponerse el su collar con la inicial "S", después de eso Suga se quedo dormido o eso pensó Daichi quien  solo observo la imagen de su chico hasta que escucho un ruido.

— D-Daichi... — Era Suga, podía hablar pero le costaba demasiado hacerlo y suponía un enorme esfuerzo. — P-prométeme... — Volvió a hacer una pausa. — Q-que... T-tar-tardaremos años... En... R-reen-contranos... N-no te apresures... en morir... Y-yo esperare... Lo necesario.

Con esto el chico volvió a cerrar sus ojos en forma de descanso, aunque pareciera ridículo decir esas frases le costó demasiado.

— Te lo prometo mi niño... Te lo prometo.

¿тнαт єαѕу? || 𝗗𝗮𝗶𝗦𝘂𝗴𝗮.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora