Capitulo 4

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Unas horas después Alejandro despertó, confuso por lo que había pasado, los médicos le informaron de la situación. Habían tenido un accidente. El no había sufrido nada muy grave, se había desmayado de un golpe que recibió en la cabeza, pero era normal por un accidente de esa magnitud, tenía un brazo roto, un par de brechas en la cabeza por unos cristales clavados.

-Y Martina?- fue lo primero que pregunto, los médicos bajaron la cabeza sin más.

-Ella está viva, pero no sabemos por cuánto...

Le explicaron que ella sufro más daños, a ella se le habían clavado más cristales, muchos más, había ingerido alguno y le habían llegado a los pulmones, la habían tenido que operar de urgencia para que pudiera respirar, los pulmones estaban muy dañados. No sabían si despertaría. Y si despierta, tendrá que estar enganchada a una máquina de oxígeno... A no ser que llegaran nuevos pulmones.

También tenía un par de brechas en la cabeza pero nada comparado a lo otro. Alex paso dos días en cama para acabar de recuperarse, luego le darían el alta pero el no se iría ya que estaria con su novia. Le dieron el alta, y fue a verla enseguida.

Ella está allí, en una cama blanca de hospital, estaba enganchada a una máquina de oxígeno, o eso suposo Alex. Se me llenaron los ojos de lágrimas nada más verla. Le dolía mucho verl así y además sabiendo que era su culpa. ¿Y si no hubieran cogido ese coche? Ellos ahora estarían bien.

-Mi vida... -fue lo único que logro pronunciar-

Se pasó el día sentado al lado de la camilla de Martina contándole lo que había pasado aún que no sabía si ella lo escuchaba. Pero para el era como si ella estuviera ahí, de alguna manera el sabía que ella estaba. La amaba y no la quería perder y haría lo que fuera falta para salvarla. La salvaría. Aun que tuviera que dar su vida.

-Vas a salir de esta Martina... Confía en mi, aún que sea la última vez...

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