Alex le iba a donar sus pulmones a Martina. Bueno, si podía. Empezaron a hacerle pruebas para ver si era compatible, y efectivamente lo era. Lo iba a hacer estaba decidido, se los iba a dar.
Firmo todo lo que tenía que firmar, el quería que ella viviera, feliz, que amara, que estuviera con su gente, que tuviera una vida sana y duradera. ¿No habéis oído que a veces por mucho que quieras a alguien el mejor acto de amor que puedes hacer es dejar que sea feliz aún que no sea contigo? Pues a eso se aferraba Alex.
Sabía que alomejor lo pasaba un poco mal al principio, al final y al cabo, no se iban a volver a ver nunca más, pero el pensaba que era lo mejor.
Ya tendrían tiempo de vivir todo lo que les ha quedado en otra vida. Se amarían y formarían su familia como tenian planeado. Estarían juntos y con sus hijos, también un perrito y en una casa de dos plantas con un pequeño jardín alejados de la ciudad pero no en medio de la nada, tal y como quería Martina.
Ellos se amaban y ellos lo sabían, y con eso habían llegado a su meta en la vida, encontrar al amor de su vida, a su alma gemela y ellos ya no habían encontrado.
Así que Alex le escribo una carta a Martina para cuando ella despertará, puediera tener un pedacito de Alex en el que se despedía. Ya los estaban operando y en lo último que pensó Alejandro antes de anestesiarlo y por tanto dondar los pulmones, fue en Martina.
-Te amo martina- fueron sus últimas palabras.
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Nuestra Última Noche
RomanceAlejandro, un chico ambicioso, pero que daría la vida por amor. Martina, una chica perdidamente enamorada que lo único que quiere es vivir una vida junto al amor de su vida. Alejandro y Martina una pareja de enamorados pasarán un día de locos en el...