MOON AND TOWN

I

“Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no se le permite saber”

Había regresado a su pueblo, sentía que había caminado demasiado encontrando la salida del bosque para llegar a casa. Estaba seguro de que su hermana estaba preocupada al igual que sus padres. No quería entrar a su casa, si lo hacía su madre le gritaría por haberse ido sin decir nada y además por andar en quién sabe donde.

Tomó aire y abrió poco a poco la puerta, asomó solo la cabeza para ver quien estaba dentro, para su buena suerte se encontró con su hermana, suspiró tranquilo al ver que no se encontraba ninguno de sus padres. Entró completamente a su hogar y al segundo sintió como lo abrazaban.

"¿A-Cheng dónde estabas? Nos preocupamos al ver que no estabas en casa de los Jin. Mamá se enojó bastante, pero papá logró calmarla un poco" su hermana lo siguió abrazando un poco más y se separó un poco para ver si no estaba herido.

"Estoy bien, solo fui a caminar un poco y sin querer llegué al bosque" miró la cara de su hermana tornarse a una preocupada y rápidamente agregó: "No sucedió nada, no tengo ninguna herida, no debes preocuparte. Sé cuidarme solo" para calmarla un poco sonrió, la veces que su hermana lo habia visto sonreir eran pocas y esta contaba como una de ella.

"Está bien A-Cheng, si no te pasó nada está bien. ¿Quiéres comer?" Jiang Cheng respondió moviendo la cabeza de arriba a abajo, su hermana lo soltó y se dirigió a la cocina para calentar y servir un poco de sopa.

Mientras comía la sopa su hermana lo miraba con una gran sonrisa, sabía cuanto le gustaba a su pequeño hermano la sopa de raíz de loto con costilla de cerdo. Al principio fue difícil poder hacer que los lotos pudieran llegar a crecer y florecer por el lugar donde vivían, pero con el amor y esfuerzo de su hermana se pudo lograr.

Terminó de comer la sopa y se levantó de la mesa. "¿Vas a salir A-Cheng?" pregunto Jiang Yanli viendo como su hermano se colocaba una bufanda y una chaqueta.

"Si, les prometí a los ancianos ayudarlos el día de hoy" acabó de ponerse la bufanda y caminó a la puerta.

"A-Cheng sabes que a mamá no le gusta que pases tiempo con ellos" se paró al lado de su hermano viendolo preocupada.

"Lo sé, pero no tardaré. Nos vemos" y salió.

Iba por el camino que lo llevaría hasta los mayores del pueblo, y como siempre todos lo saludaban. Llegó al lugar en donde solía pasar con ellos, entró como si nada y saludó a todos los que se encontraban ahí.

Se acercó al que era el más viejo del lugar. "Buenas tardes" saludo inclinándose un poco en señal de respeto.

Zhang Ming era quien más años tenía en ese lugar, sus conocimientos sobre los diferentes sucesos que habían ocurridos lo hacía ser la persona a quien las personas recurrían por consejos.

Jiang Cheng se sentó frente a él. "¿Qué te trae aquí el día de hoy?" preguntó el anciano tranquilamente con los ojos cerrados.

"Vine a ayudarle como lo prometí y quería hablar con usted acerca de algo" empezó diciendo Jiang Cheng, no necesito respuesta del anciano para saber que podía seguir con su relato. "Esta mañana fui al bosque. Más bien llegué sin querer al bosque y me encontré con dos lobos" el anciano esta vez abrió los ojos para mirarlo fijamente. "Uno de ellos me quiso atacar, estaba por tirarse encima de mí hasta que apareció otro y... este me defendió".

Tras aquellas palabras el anciano lo miró extraño, su rostro mostraba molestia.

"Eso es imposible. Esos monstruos no defenderían a ningún humano, ellos solo piensan en matar".