MOON AND TOWN

II

“Si sabes mirarme, verás que soy más de lo que tus ojos ven...”

Jiang Fengmian estaba frente al cuarto de su hijo, luego de pensar lo que le dijo el joven Jin lo mejor que podía hacer era hablar con Cheng y escuchar su versión.

"A-Cheng... ¿Podemos hablar?" no escuchó respuesta, tocó un poco la puerta del cuarto esperando cualquier respuesta de su hijo y aún así seguía sin emitir algún ruido.

Preocupado de que su hijo no contestara entró, y se dió cuanta que Jiang Cheng no estaba. El cuarto no era tan grande por lo tanto no tenía necesidad de buscarlo ahí.

Fengmian se devolvió en sus pasos hasta la cocina a preguntarle a su hija y esposa si sabían donde se encontraba su hijo, ambas mujeres dijeron que lo habían visto llegar y encerrarse en su habitación, aquella respuesta le hizo entender que lo más probable era que su hijo se haya escapado como era recurrente cuando no estaba dispuesto a hablar con nadie. Preocupado salió de la casa preguntando a quién apareciera si había visto a su hijo, todas las respuestas eran las mismas, nadie sabía de Jiang Cheng.

Por otro lado Jiang Cheng estaba en el bosque, buscaba el camino a la casa del anciano del día anterior, miraba a los alrededores intentando recordar por dónde lo llevó aquel jóven. Buscó por mucho tiempo y al final no encontró ninguna pista, frustrado y cansado se sentó bajo una gran roca y tiró su cabeza hacia atrás.

No estaba enojado, solo quería hablar con el señor, puesto que no creía poder tener una buena conversación con su padre por lo ocurrido, pero no recordaba como llegar.

Estaba cansado de caminar por todos lados, sentía que había dado incontables vueltas en el mismo lugar, cada árbol que veía era exactamente igual al anterior. Decidió sentarse junto a una roca, descansaría un poco antes de seguir en su labor. Estaba estresado por todo lo acontecido, sin ánimos posó su cabeza entre sus rodillas tratando de recordar alguna cosa para llegar.

"¿Pero qué tenemos aquí?" Jiang Cheng levantó su rostro de sus rodillas ante aquella voz. Extrañado buscó por todos lados intentando encontrar a la persona. "Aquí arriba" haciendo caso a las palabras alzó un poco la cabeza y se encontró con un joven.

El chico era guapo, no lo negaba, su piel era blanca y su cabello era tan largo que caía como cascada por su espalda. En el pueblo ningún hombre tenía el cabello tan largo, el suyo apenas y le llegaba a los hombros pero se lo agarraba en una coleta baja por orden de su madre.

"¿Quién eres?" preguntó algo tosco.

Jiang Cheng no lo conocía y no recordaba haberlo visto alguna vez, sus padres desde pequeño le decían que no debía confiar en personas desconocidas y más si estas estaban en el bosque.

"Vaya. Primero me protege y ahora me habla de esa forma tan fea. ¿Será qué le gusta mi otra forma?" el chico había bajado hasta posarse frente a él.

Jiang Cheng se levantó rápido del suelo, al instante notó que aquel desconocido era más alto que él, por alguna razón eso lo enojó. Aún es su enojo pudo ver claramente la miraba divertida que tenía el extraño.

"Pregunté que quién eres" volvió a decir el Jiang completamente enojado.

El joven soltó una pequeña risa que extrañó a Cheng, tal parecía que para él era gracioso como se enojaba.

"Soy la persona que lo salvó, o bueno animal" la sonrisa en su rostro no desaparecía. "Debería ser un poco más amable joven Jiang".

Jiang Cheng se sorprendió, aquella persona que estaba de pie frente suyo sabía su apellido y él ni sabía quien rayos era. Iba a preguntarle si cómo era que lo conocía pero el otro habló antes.