Capítulo 13: Lauren Jauregui y su secreto

31 3 0
                                    

Lisa

Una vez más vamos juntas en búsqueda de una respuesta, Lauren es la única que nos puede ayudar.

Recuerdo cuando la conocí por primera vez, la misma semana que todo empezó me llevaron con ella.
Aparentaba unos 29 o quizás 30 años, castaña de pelo ondulado largo hasta casi la cintura, ojos profundamente verdes, labios color carmesí, una hermosura de mujer, con una triste historia.

Me contó de las caminantes diurnas, ahí entendí que existen mujeres que mantienen cierto grado de conciencia al ser mordidas.
Es un tanto extraño eso de mantener claridad cuando tu vida pende de un hilo. Ahora el concepto conciencia es muy vago para estas experiencias.

Las diurnas fueron personas que durante su vida mortal conocieron la gratitud, compasión o el amor. Para estos tiempos quizás sea difícil imaginar que exista alguien que jamás sintiera alguna de esas humanas emociones, sin embargo hace más de 100 años atrás era menos común de lo que se piensa.
La sociedad vivía sumergida en las clases sociales, finalmente te absorbían de tal manera que perdías la noción de lo correcto.

No hicimos nada en especial para tener una "segunda oportunidad" término un poco burdo por las características propias... y, otra vez vamos en búsquedas de respuestas


Aeropuerto de Dublín

—¡Lauren!, buenas noches

—Jisoo, que bueno que están acá, Lili Manoban, tan bella como siempre, Chaeng querida, te ves radiante, vamos al auto

—¿Dónde estás viviendo?

—En Howth, a casi media hora de Dublín, en una hermosa casa costera.
El amor supongo que será el motivo de la visita, ¿o me equivoco?

—Jamás te equivocas, ¿te parece si te contamos luego? ¿Les molesta si hago una llamada?

—Tranquila, ha de ser importante

—Gracias


Llamada

—Hola Nini, llegamos

—Mi amor, que bueno que están bien, ¿Dónde se quedarán?

—En Howth, si es bonito podemos venir algún día, no creo que a Lau le moleste tener visitas –sonreía–

—Bebe, cuídate, espero que todo esté bien. Te quiero, no lo olvides

—Te quiero Nini, un beso

Fin de llamada


—No me miren así, ustedes también deberían hacerlo –frunció el ceño–

—Lalisa, no les hagas caso

—Gracias Lau

—¿Y sus llamadas? No hagan jamás esperar a una mujer


Llamada


—Hola Nena, es tarde pero quería oírte

—Chu, que bueno que me llamaste, cumpliste con tu parte, Cariño, cuídate ¿sí?

—Lo haré siempre, un abrazo y muchos besitos mi Rosie.

—Hablamos mañana, besitos para ti también cariño

Fin de llamado


—Bueno supongo que solo nos falta una ja, ja, ja

—No me miren así, yo no la llamaré, la princesa soy yo, ja, ja, ja, esperaré unos minutos...


Llamada

—Chaeng, princesa, ¿cómo llegaste? ¿Qué tal el vuelo?

—Hola Penguin, ja, ja, ja

Infinito  -JenLisa Gip -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora