Cap. 1: Despertar en un Mundo Desconocido

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En la negrura infinita del vacío, un destello de luz dorada rompió la oscuridad. Allí, en medio de la nada, una figura majestuosa emergió, radiante y divina. Era Arceus, el Pokémon que se decía había creado el mundo. A su lado, un pequeño pokémon temblaba de incertidumbre.

"No temas, pequeña," dijo Arceus con una voz resonante pero suave. "Tu viaje es crucial. Debes encontrar la verdad sobre tu existencia. El destino del tiempo mismo podría depender de ti."

Antes de que nuestra prota pudiera entender lo que estaba ocurriendo, una luz cegadora la envolvió y la oscuridad dio paso a un nuevo mundo.

El cálido sol de la mañana comenzaba a filtrarse entre las hojas de los altos árboles, iluminando el claro del bosque. La brisa suave hacía que las hojas susurraran entre sí, creando una melodía tranquila que armonizaba con el canto de los Starly en la distancia. En el centro de este claro, algo pequeño y rosado empezaba a moverse entre el césped.

Un Skitty se despertó lentamente, parpadeando para despejar la neblina del sueño. Sus ojos, por estar cerrados, no reflejaban la confusión que sentía por dentro. No sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí. Al mirar a su alrededor, todo le parecía nuevo y desconocido. Este lugar no le resultaba familiar, y un ligero sentimiento de pánico empezó a asentarse en su corazón.

Intentó recordar algo, cualquier cosa, sobre quién era o de dónde venía, pero su mente era un lienzo en blanco. Se levantó tambaleante y comenzó a caminar sin rumbo, esperando encontrar alguna señal o pista que pudiera ayudarle.

De repente, unos ruidos inquietantes la rodearon. Un grupo de Pokémon salvajes, compuesto por un Glameow, un Gastly y un Murkrow, emergieron de los arbustos, con intenciones claramente hostiles. La Skitty, asustada y sin saber cómo defenderse, retrocedió lentamente, buscando una salida.

Pero antes de que los Pokémon pudieran atacarla, un rayo de electricidad brilló en el aire, dispersando al grupo de agresores. Un Pikachu apareció entre los arbustos, con las mejillas chisporroteando de electricidad.

"¡Fuera de aquí!" gritó el Pikachu, lanzando otra descarga que hizo huir a los Pokémon salvajes.

El Skitty, aún temblando, observó con asombro al Pikachu que se acercaba. "¿Estás bien?" preguntó el Pikachu con una voz amable pero preocupada.

El Skitty asintió tímidamente, todavía abrumado por la situación.

"Me llamo Abby," continuó el Pikachu con una sonrisa amigable. "¿Y tú?"

El Skitty abrió la boca para responder, pero ningún nombre salió. Simplemente no lo tenía. La expresión de confusión fue suficiente para que Abby comprendiera.

"Oh, ya veo... No tienes un nombre, ¿verdad?" Abby se llevó una pata al mentón, pensativa. "¿Qué te parece 'Allie'? Es un nombre lindo y creo que te queda bien."

El Skitty, ahora Allie, asintió con gratitud. Por primera vez desde que despertó, sintió una pequeña chispa de esperanza. Al menos, ya no estaba sola.

"Bueno, Allie," dijo Abby, "parece que estás un poco perdida. ¿Qué tal si te muestro los alrededores? Este lugar es bastante seguro, pero siempre es mejor estar acompañada."

Allie aceptó la oferta, y las dos nuevas amigas comenzaron a explorar el bosque juntas. A medida que avanzaban, Abby le contó historias sobre la región, un lugar lleno de misterios donde los humanos y los Pokémon vivían en armonía, sin saber que Allie había viajado desde un tiempo diferente.

A medida que el sol ascendía en el cielo, iluminando su camino, Allie y Abby se adentraron más en el bosque, iniciando una aventura que cambiaría sus vidas para siempre. Con cada paso, Allie sentía que se acercaba un poco más a descubrir quién era realmente y por qué estaba allí.

Más Allá de los Recuerdos: La Historia de AllieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora