Un Nuevo Mundo [Date a Live]

Prologo

En el lugar yacía una infinita oscuridad, parecía no tener salida, cualquier cosa material parecía inexistente. No parecía haber señales de vida, excepto por una figura inesperada: una hermosa joven vestida de blanco, destacando en medio de la desolación.

La mujer era notable por su belleza, aunque su rostro mostraba una expresión impasible, desprovista de cualquier emoción. Con cabello blanco como la nieve y ojos que recordaban al mar en invierno, así era Takamiya Mio.

— ¿Esto se siente.... Morir? — Mio se volteo hacia su ángel Ain Soph Aur, que se encontraba a sus espaldas, sin ningún Sephira incrustado en él   — Shin... ¿Donde estas? —

Antes de que Mio pudiera reaccionar, sintió cómo algo o alguien se acercaba rápidamente a ella. En cuestión de segundos, escuchó unos leves susurros.

— ######## —

Lo que parecían ser varios lazos oscuros se dirigieron hacia ella con intenciones de atacar, pero en cuestión de milisegundos logró esquivarlos de un salto, con una habilidad digna de ella.

— ¡Ain! —

La peliblanca grito en medio del aire así utilizando uno de sus tres ángeles, Ain qué es capaz de crear o destruir cualquier cosa. Lo manifestó como unos lazos blancos qué se dirigieron hacia el lugar del que provenía aquel ruido.

Previamente ese ángel qué uso Mio, fue la causa de muerte de los espíritus que poseían las Sephira. La confianza que tenía era alta ya que no había nada ni nadie en esos momentos que pudiera hacerle frente al mismísimo espíritu del origen.

O eso era lo que pensaba, y no era algo anormal que lo hiciera. El único problema potencial qué logro herirla había sido completamente eliminado junto a ella.

— ########:Primordial—

De las sombras empezaban emergir siluetas qué empezaron a atacar a Mio, intentando abalanzarse sobre ella.

— ¿Eh? — Mio, parecía sorprendida — ¿Un ángel? No... Eso no es un ángel ¡Ain Soph! —

Una de las cualidades de su segundo ángel Ain Soph es que puede restringir cualquier ley o lógica, sin importar que pueda cambiar la misma realidad.

Se manifestó como un hermoso árbol blanco que parecía de fantasía, sus ramas inmediatamente se estiraron e intentaron atacar a quien sea que estuviese ahí, incluidas las sombras qué invocaba.

Aquellas sombras empezaron a teñirse de un color blanco al entrar en contacto con las ramas del árbol, y desaparecieron luego de segundos.

— No importa que tanto intentes cambiar las reglas, no voy a parar —

Nuevamente varios lazos negros intentaron alcanzar a Mio, pero ella los esquivaba por las justas y con la protección de sus ángeles Ain/Ain Soph.

Además, cabe resaltar que ella no estaba utilizando todo su poder, nada más lo que consideraba necesario para ese momento.

— ¿Quien eres? —

Desde las sombras emergió una figura femenina: una chica de largo cabello negro y ojos rubíes, vestida completamente de negro, su vestido era muy similar al traje astral de Mio a diferencia del color.

Su presencia irradiaba un aura oscura y opresiva. Al verla, Mio sintió un escalofrío que le heló la piel.

— Eso es algo que no te interesa  —