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Mi madre se había divorciado hace 4 años de mi padre, un tipo que abusaba de ella. Bo ya no era parte de mi familia en cuanto llegaron los papeles del divorcio. Mi madre llevaba soltera desde ese fatídico día. Hasta que conoció a un personaje un tanto extraño.

Haber que no me he presentado. Me llamo león y mi madre se llama Nita. Ambos somos super fanáticos  de los animales, yo concretamente de los camaleones por ser sigilosos y pasar desapercibidos del ojo humano. A mi madre le gustan más los osos. Por ser fieros, más que nada.

Bueno lo que estaba diciendo. Mi madre no había encontrado a nadie hasta hacía unos meses. Hoy se iba a venir a vivir con nosotros. Llegó a la hora de la comida. Mi madre emocionada abrió la puerta. Un hombre con la piel morada y trajes árabes apareció por la puerta. En la mano derecha portaba una bella lamparista dorada con ojos enfadados. Este se hacía llamar Genio.

Detrás de este curioso personaje apareció otra figura más. Un chico de alrededor 19 años se asomó por detrás de su padre. Vestía igual que su padre. Se diferenciaban en su color de piel. Este también era extraño porque parecía no haber dormido en años. Una extraña sensación me recorrió el cuerpo. Aquel chico no se veía mal en cuanto cuerpo. De hecho tenía una silueta envidiable. El era Sandy.

Nita les condujo al comedor y les sirvió la comida, que era su especialidad, conejo asado. Al principio los visitantes miraron con cara rara aquella comida, pero pronto comenzaron a comer

Genio: -Gracias por invitarnos a comer y dejarnos convivir contigo, Nita-el señor era muy educado.- Perdona por no presentar a mi hijo, se llama Sandy y tiene 20 años

Nita: -Que niño mas guapo tienes.-ya estaba mi madre con que era guapo, adorable y todo eso-Este es mi hijo León y tiene 17 años. Seguro que se hacen buenos hermanos

Leon: -Te corrijo, hermanastros.- mi semblante era serio. Desde el divorcio no confio en nadie y no cedo mi amistad a ninguno

Sandy no dijo nada en toda la comida, parecía un chico reservado y callado. En cuanto acabe de comer, acompañe a Sandy a su habitación, a la que mi madre me había mandado decorar sin yo saber la razón. Este me agradeció por todo y me cerró la puerta en la cara.

De tarde, Nita y Genio salieron a dar un paseo y yo quede con mi grupo para hacer lo típico de unos adolescentes pirados de la cabeza. 

Nita: -Leon, cariño, avisa a Sandy de que nos vamos

León: -Claro ahora voy.- le dije. - Por cierto, quedé con mis amigos, asi que bajare un rato a la calle.

Nita: -No llegues tarde. - me dio un besito en la mejilla, como era costumbre.

León: -No tranquila

Genio y mi madre salieron de casa dados de la mano. Por fin había encontrado a alguien perfecto para ella. Por mi parte, fui a la habitación de Sandy para avisarle de que me iba. Desde fuera, le grite que no volvería hasta tarde. Me contestó que vale y yo salí de casa.

Por el camino al parque donde solíamos quedar, pensé un poco en cómo serían ahora las cosas. Ya no sería hijo único y eso no me daba ninguna ventaja, pues Sandy tenía pinta de ser el típico niño perfecto

Draco: -Niño bicho, aquí. -grito mi mejor amigo.

Crow: -¿Que tal con tu nuevo miembro de tu familia? - pregunto Crow

{PAUSADA} Dulces SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora