Capitulo 3~

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Me desperté dos horas después por culpa de los rayos de luz solar que se colaban a través de la ventana, aun teniendo el parasol y también por culpa del hambre, eran las cuatro de la tarde y aun no habíamos parado a comer.

-Mamaaaa, me muero de hambre. – E iba enserio, si no comía pronto mis tripas acabarían pareciéndose a la orquesta sinfónica.

-¡Hombre! Si se ha despertado la bella durmiente. – Dijo mi padre de un extraño buen humor, supongo que intentaba hacerme reír y que olvidara lo demás.

-Ja, ja. Muy gracioso. – En realidad si que me hizo gracia.

Paramos en un restaurante cerca de Buñol, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia.

Entramos en el restaurante que a primera vista parecía ser un restaurante de los malos pero cuando me fije era bastante bueno, vajilla buena, cortinas nuevas y camareros simpáticos.

Nada mas terminar de comer reemprendimos el viaje. De camino hubo veces en las que pasábamos por prados llenos de flores y otras en las que pasábamos en lugares donde podías ver el mar, en varias ocasiones saque mi cámara y tomaba fotos de los paisajes, eran realmente preciosos.

Saque mi Ipod y me puse a escuchar música, acto seguido cogí mi libro preferido y empecé a leerlo otra vez, me lo había leído con esta 12 veces pero sinceramente no me cansaba de leérmelo, leí y leí hasta que me maree y me volví a quedar dormida.

Cuando me desperté íbamos ya por Andorra y eran las ocho y media de la tarde, suponía que nos quedaríamos a dormir en un hotel.

Sorprendentemente paramos en un Mcdonals, restaurante al que a mis padres no les hace mucha gracia pero a mi, me encanta.

Cuando baje del coche me fui directamente al baño ya que no me hacia falta irme a la cola a pedir ya que mis padres sabían lo que iba a tomar, una CBO, como siempre.

Me dirigí hacia la puerta donde ponía ‘’aseos’’ y cuando fui a abrirla otra persona desde dentro con mas fuerza que yo empujo y me caí.

-¡Au!

-Oh, perdona ¿te has hecho daño, estas bien? – Ante mi se encontraba un chico guapísimo, ojos color miel, pelo castaño y labios grandes y rosados.

-Si, si tranquilo.

-…¿Puedo saber el nombre de esta chica tan guapa?

-Me llamo ___, pero todo el mundo me llama ___, encantada, ¿y tu como te llamas?

-Yo me llamo Justin, igualmente.

Nos dirigimos a una mesa vacía no muy retirada y empezamos a hablar, Justin era un chico muy simpático, tenia la misma edad que yo y estaba de viaje, concretamente, se mudaba, al igual que yo, pero el caso es que no se me ocurrió preguntarle a donde…

Pasados unos minutos mis padres aparecieron con la cena y vieron que me encontraba hablando con un chico al que no conocían.

-Cielo, ¿Quién es este chico? – Dijo mi madre un poco desconfiada.

-Se llama Justin mama, lo acabo de conocer en unas desafortunadas circunstancias.

-He golpeado sin querer a su hija con la puerta de los aseos y se ha caído, lo siento mucho.- Dijo Justin, además de ser guapo y simpático, era amable. – Bueno, siento las molestias pero tengo que irme, mis padres me están esperando, encantado. – Me gustaba, pero lo nuestro no tenia futuro, lo acababa de conocer y lo mas seguro es que no nos fuéramos a ver nunca mas además, las heridas provocadas por Joel aun eran recientes.

-Antes de irme quería preguntarte si me das tu número de teléfono. – Dijo Justin ruborizándose.

Le di el número y cuando fui a mirar el móvil para apuntar el suyo vi que tenía más de 20 whatsapps de Joel pero no los mire, prefería verlos cuando estuviese sola, en privado.

Historia de una Adolescente~ {Justin y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora