Kang Taehyun, un tiburón blanco que se ha presentado como enigma, decide mudarse a Hawaii con el fin de calmar sus serios problemas de conducta.
Sin embargo, lo que esperaba que fuera una experiencia terapéutica se transformó en un arma de doble fil...
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Ahora que Taehyun ha dejado completamente de lado la idea de evitar a Beomgyu, puede disfrutar mejor de su nuevo estilo de vida, aunque aún se siente incómodo al notar demasiado al castaño, pero ha aprendido a sobrellevarlo.
En los últimos días, la experiencia en Hawaii ha sido inesperadamente gratificante. No solo ha conocido a varias personas en la playa, sino que también ha habido avances con Beomgyu.
Bueno, considerarlo un progreso es discutible porque este apenas le dirige la palabra, pero se deja ayudar cuando lo necesita y no lo evita. Simplemente hace su trabajo sin quejarse incluso si le toca estar cerca de él. Tampoco busca discutir ni suelta insultos por doquier, por lo que Taehyun opina que eso es una mejora a pesar de que siga habiendo una gran distancia entre ellos.
Dejando eso de lado, estos días llenos de compañía fueron bastante alegres para Taehyun. Eso dio lugar a un problema que siempre ha tenido pero que había estado ignorando hasta ahora, y es que cuando llega a casa, se siente abrumado ante tanto silencio y soledad.
Dada su naturaleza, creyó que sería una especie de asocial sin habilidades comunicativas que preferiría estar solo, y aunque es cierto que eligió distanciarse por miedo a lastimar a los demás, ahora que empieza a tener más control sobre sí mismo gracias a la medicación y a estar en un ambiente completamente alejado de la violencia a la que estaba acostumbrado, se está dando cuenta de que en realidad es más sociable y extrovertido de lo que creía. Incluso está considerando unirse a alguna de las tres manadas de Hawaii.
Le agrada conversar con los demás, disfruta de estar rodeado de personas, obtiene energía a través de pequeñas interacciones triviales y el simple hecho de saludar a todos en la playa le alegra el día. Sin embargo, cuando se aleja de todo eso, se enfrenta a la realidad de sus relaciones interpersonales, y es que no tiene amigos con los que sienta la suficiente afinidad como para pasar el rato.
Al regresar a su residencia, la ausencia de vida lo desanima porque le recuerda que, a diferencia de otros, él no tiene familia o compañeros de piso con los que poder vivir la experiencia completa de tener a alguien agradable y confiable a su lado. De primeras, no sabe cómo se siente tener amigos porque ni siquiera los tuvo antes de su presentación. En ese momento no pudo disfrutar de su juventud porque estaba muy ocupado estudiando y sobreviviendo en manos de un padre abusivo.
Para contrarrestar un poco esa entristecedora soledad, ha comprado plantas que le dan a su hogar la vitalidad que buscaba. Y aunque es cierto que regarlas tranquilamente le produce la misma dopamina que la interacción humana, sigue sin ser suficiente. Por eso, siempre procura tener algo reproduciéndose en la televisión. Le da la falsa sensación de que hay alguien más en casa.
Esto lo ha llevado a sentirse muy melancólico y nostálgico, extrañando la compañía de su madre. Ella siempre estaba en casa para recibirlo con un fuerte abrazo cada vez que regresaba de la escuela. Aunque no podía disfrutar correctamente de su presencia porque le ordenaba que permaneciera escondido debajo de la cama cuando su padre comenzaba a golpearla.
