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Shōto desde que tiene memoria no era muy bueno observando e incluso le costaba prestar atención. Aveces olvidaba recordar cierto aspecto que tenían las personas que recién conocía. Pero hacia el intento por cambiar ese mal hábito.
Katsuki por otro lado, era muy bueno prestando atención,siempre atentó y observador. La diferencia es que a él le importaba una mierda el como se veían las personas. Para él eres un extra más en su vida.
Ambos siendo totalmente opuestos,lograron llamar la atención del uno al otro.
Shōto comenzó a identificar los pasos de Katsuki al entrar al salón de clases. Siempre eran pesadas y lentas,conocía a perfección sus gritos y gruñidos incluso a la lejanía. Incluso en los pasillos llenos de estudiantes tan característicos,únicos y diferentes,podía diferenciar ese cabello puntiagudo rubio.
Personalmente,a Shōto le encanta el rostro tan varonil de Katsuki,sus ojos carmesis,tan potentes que incluso se sentia intimidado por él,su piel se veía tan increíblemente perfecta,como si fuera de porcelana.
Y ni hablar de su voz,está era tan profunda que cada vez que Katsuki hablaba a Shōto le daban escalofríos.
Y eso le encanta.
Por parte de Katsuki,dejo de ver a Shōto como un simple extra cuando le llamo la atención no solo su cabello,sino sus pestañas,era increíble el ver a una persona tener el cabello natural de dos colores,y Katsuki no podía dejar de no verlo. Para rematar sus ojos también eran de colores diferentes. Katsuki nunca había visto a una persona tan bonita como lo era Shōto,era inteligente,bonito y amable. Todo lo que quisieras en una pareja.
Incluso le parecía atractivo con todo y la cicatriz en su rostro,que a pesar de que a Shōto le desagradaba la idea de que las personas lo vieran fijamente y más a su fea quemadura. Katsuki no podía dejar de verla.
Katsuki sentía una paz inmensa cuando Shōto hablaba,su voz tan profunda pero a la vez tranquila lo hacía sentir bien. Aunque muchas veces lo desespera,pero la mayoría de veces también lo tranquiliza.
A pesar de que ambos sean totalmente distintos en ciertos aspectos,se habían enamorado y aunque no tenían las hagallas de confesarse,sus sentimientos eran correspondidos.
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Era la hora de almuerzo y Shōto estaba tratando de prestar atención a su compañero Iida Tenya,que hablaba entretenidamente de algo que tenía que ver con su familia.
Su cuerpo estaba ahí pero su mente no.
Shōto solo podía ver en específico la mesa donde se encontraba el líder del Bakusquad. Estos mientras comían se les observaba hablar alegremente,menos por el rubio que solo se limitaba hacer muecas o rodar los ojos, indiferente a la charla de sus acompañantes.
De la nada sus bicolores ojos se encontraron con unos carmesí.
El resto dejo de dar vueltas,y únicamente eran ellos dos.
Katsuki sonrió,gustoso de lo que había en su campo de visión. Shōto le devolvió la sonrisa,tiñendo en el proceso sus mejillas de un color rojo pastel.
—¡Todoroki-kun!—Su burbuja de fantasía fue abruptamente reventada por su compañero.—¡Es una falta de respeto deviar la mirada de una persona cuando está le está hablando!
—Si,lo se...lo siento mucho Iida.—El peli-azul acepto dicha disculpa y volvió a su parloteo.
Shōto nuevamente desvío la mirada y volvió a encontrarse con esa gran sonrisa y esos ojos tan penetrantes.
Realmente ambos se gustaban,y mucho.
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