•𝙿𝚞𝚛𝚙𝚕𝚎 𝙺𝚒𝚜𝚜𝚎𝚜•

•ᴘᴜʀᴘʟᴇ ᴋɪssᴇs• 10

•Bones are crushing, bones are crushing (crushin' me)•

—"Que error... Soy tu imbécil."

...

Despues de ese momento tan incómodo con Ethan decidí dos cosas, la primera: No besarme de esa forma con Alex... Con la puerta sin el seguro y dos, alejarme lo más posible de el celular, quería evitar las llamadas desesperadas de mamá y papá.

Algo que deben saber es que cuando ellos pelean hay 4 fases:

1- Ignorar a todo ser vivo de la tierra y discutir sin parar.

2- Darse cuenta de la falta de la presencia de sus hijos.

3- Lamentarse hasta que volvamos.

4- Parar de discutir, fingir que estan bien y esperar el momento perfecto para volver a pelear.

Vaya ciclo, ¿no?

Yo siempre eh tolerado el ambiente y sufrido en silencio, Ethan lo sabe más que nadie. No soy alguien que pida ayuda o diga sus problemas, porque... Es mi sufrimiento, mio y solo mio. Es como aquella cosa que atesoras con tu alma pero que te duele tanto a la vez, es bastante curioso.

...

Todo el resto del día estuve en la habitación de Alex, quería alejarme de la pesadilla a la que llaman "mundo", de pronto... Tal vez, solo quise, ¿por qué?, ¿Por qué todo?, ¿Por qué de esta manera? Tal vez sean preguntas algo incompletas pero para mi tienen un gran significado, uno muy profundo, seguí cuestionandome un buen rato hasta que Alex vino hacía mi con una mano en su cintura y arqueando una ceja, intenté no reir.

— Basta de solo aburrirte en mi habitación, ahora presenciaras la gran magia del sorprendente Alexandrito.
—Hizo un acento raro y una pose algo extraña.

— ¿Alexandrito? —Pregunte aguantando las ganas de reír.

— ¿Qué?, ¿no te gusta mi nombre de mago? Hice un test de "Cuál es tu nombre de mago según tu helado favorito".

— No, no, esta bien Alexandrito. Veamos tu increible magia. —imite su acento y su extraña pose, éste solo puso una mano en su pecho ofendido.

— Bien, entonces prosigo. —ignoro todo y tomo sus "artefactos" de mago.

Alex comenzó a hacer multiples cosas, hizo un truco de magia 4 veces y las cuatro veces se tropezo y cayó al suelo, quise reírme pero tuve un sentimiento de ternura de saber que el realmente lo intentaba, hizo el truco del conejo en el sombrero, pero el conejo de peluche salió disparado hacía el techo. Alex me miro y solo extendío sus brazos.

— ¿Tará? —Hizó una mueca y evito mi mirada con temor.

— Oh, ven aquí, Alexandrito. —Sonreí y salte hacía a el abrazandolo.

— ¿En serio te gustó? —Preguntó arqueando una ceja.

— Claro que si, deberías tener un título de mago profesional, Alexandrito.
—Bromeé intentando hacerlo sentir mejor, el hacía un esfuerzo por hacerme sentir mejor a mi y ahora era mi turno.